JOVEN ESPANTADO, A ESPAÑA SINDICATO Y PADRE.
JOVEN ESPANTADO, A ESPAÑA SINDICATO Y PADRE.
Voy acompañado por dos personas. Ellos son profesionales de la cultura. Yo en este sueño soy doctor. No sé cual sea la razón, a mí no me gusta ver a las personas enfermas. Ni tampoco ver el interior de sus tripas de cloaca. Que caso tiene. Yo mejor miro las almas veo los ojos, escucho lo que dicen , lo que escriben.
De pronto un escolapio me detiene del brazo y me pide un favor.
Me dice que le lleve un papel a su madre. Extiende su mano y lo leo con atención: Madre ya no puedo soportar tu indiferencia, sí no me quieres me echaré a las vías del METRO.
Le digo que no vaya a cometer esa pendejada. Y le digo también que me espere.
Salgo de la plaza en donde me encuentro. Por fortuna todavía no se le había ocurrido al gobierno de la ciudad el Metrobús que es un transporte para llevar cerdos, porcinos y puercos. Busco un camión y voy al encuentro con la madre de ese muchachito.
En la parte de atrás sentadas dos mujeres. Una con aspecto de trabajadora social y otra con cara de fotógrafa.
La que va a un lado mío tiene más rasgos de que sea la madre.
Así que busco las palabras para decirle que una mamá no debe de atosigar a los hijos porque los convierten en seres que odian Y luego estos cuando crecen son los que con cuchillo en mano buscan quien se los pague.
La mujer me escucha y al darse cuenta de que no tiene vela en el entierro me dice que ella no tiene hijos. Ah chinga ¡. Usted nunca ha parido a nadie?. No a nadie..
La otra mujer viaja en el asiento largo me mira para decirme : Y ese joven de quién habla tiene nombre?. Busco en el papel y descubro que se llama Rubén. Rubén Robles…
Pús ese esí es hijo mío me dice la fotógrafa gráfica. Entonces es tiempo de que se baje del camión y acuda en su ayuda y lo busque.
Su hijo me dijo que quiere arrojárse a las vías del Metro. Aunque sea vaya para que le tome unas imágenes de su cuerpo roto..
La mujer voltea para el vidrio del transporte y sigue su viaje.
Tengo que llegar a un aeropuerto. Este lo ubico en una tarde de sueño lerdo. El Aeropuerto no tiene pista.
Los boletos que compró la fría dicen que debemos de estar antes de que despegue. Pues sí que agudos.
El avión está por partir. Con el brazo extendido le hago la parada. El avión se detiene y subimos.
Noto que el aparato es nuevo hasta huele. Nos sentamos y el piloto cierra la puerta. Hace unas maniobras y se desliza por una avenida repleta o poblada de carros.
Más adelante atravesado hay un camión materialista , le digo al piloto que se detenga porque vámos a chocar. El piloto le pega con media fuerza y le hace un boquete al camión. Se hace para atrás y luego de algunos manotazos a las palancas continúa con su recorrido.
No avanzamos ni dos kilómetros cuando una loza de concreto ha cedido. Un grupo de trabajadores intentan quitárla. Abajo veo claramente un estacionamiento.
El piloto comienza a desesperase y les mienta la madre a todos los que van pasando.
Ya en un llano la aeronave comienza a elevarse hasta tomar una altura considerable…..
Al recuperar su estabilidad le pregunto a la fría si trajo mi pasaporte?. La fría cobra una actitude de pendeja y me dice que ella pensaba que yo lo había agarrado. Pués nó. Sabía que se me iba a olvidar. Y se me olvidó.
Con la fría no puedes contar. Siempre anda en el limbo debería ser como la Carolina. Ella siempre pendiente, siempre fiel. Es por eso que uno busca por otros lugares quién lo quiera.
Pero qué voy a hacer llegando a España?. Los gachupas son rigurosos y me pedirá el documento que me acredite como totonaca. Si no les cumples te regresan y el caso es que no tengo los tres mil euros que cobran por el regreso. O acaso compraste el viaje redondo?. La fría me dice que ella pensó que al llegar a Madrid compraríamos los boletos de retache.
Con el Jesús en la boca y rezándo, las ánimas benditas que me enseñó mi abuela me guardo para mí….
El avión llego a la madre patria. Una vez ahí la fría hizo su trámite y la dejaron pasar. El problema comenzó para mí. Al saber que mi pasaporte se me había olvidadao de inmediato me llevaron a un cuarto. Comenzaron a hablar tan rápido como para que no les entendiera pero yo sé de retórica más de lo que estos tíos suponen.
Busqué a mi padre. Este me dijo por la línea que acudiera a una zona donde se fabrican fierros y aceros.
Ahí te voy de pendejo…
Mi padre me pregunta que me pasó en España. Luego te digo. Ahora ando con la intención de llevar esta antena. Va a estar difícil me dice. Es un paraguas de ramas metálicas . Es probable que al sostenérlo arañes a las gentes.
Tomo el paraguas y comienzo a andar. Mi padre lleva o porta su botas cortas y camina rápido hasta que se me pierde en un mar de gentes.
Un señor altote me mira y me dice que no debo de decir tantas groserías. Y que tiene de malo?.
Le pregunto como llegar a la azotea porque debo de poner esta antena.
El hombre me indica que le siga. Hay subidas y también bajadas.
Con sus manos toca una pared y me dice que este es el nuevo edificio sindical. Lo van a terminar dentro de veinte años. Para ese tiempo ya estaré muerto. Nunca lo veré concluído.
El edificio es verde. Lo construyen con lajas verdes. Le falta mucho.
Llegó a lo más alto. Busco un sitio para colocar la antena sombrilla..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
16 de marzo de 2012.
Estados Unidos Mexicanos.
Voy acompañado por dos personas. Ellos son profesionales de la cultura. Yo en este sueño soy doctor. No sé cual sea la razón, a mí no me gusta ver a las personas enfermas. Ni tampoco ver el interior de sus tripas de cloaca. Que caso tiene. Yo mejor miro las almas veo los ojos, escucho lo que dicen , lo que escriben.
De pronto un escolapio me detiene del brazo y me pide un favor.
Me dice que le lleve un papel a su madre. Extiende su mano y lo leo con atención: Madre ya no puedo soportar tu indiferencia, sí no me quieres me echaré a las vías del METRO.
Le digo que no vaya a cometer esa pendejada. Y le digo también que me espere.
Salgo de la plaza en donde me encuentro. Por fortuna todavía no se le había ocurrido al gobierno de la ciudad el Metrobús que es un transporte para llevar cerdos, porcinos y puercos. Busco un camión y voy al encuentro con la madre de ese muchachito.
En la parte de atrás sentadas dos mujeres. Una con aspecto de trabajadora social y otra con cara de fotógrafa.
La que va a un lado mío tiene más rasgos de que sea la madre.
Así que busco las palabras para decirle que una mamá no debe de atosigar a los hijos porque los convierten en seres que odian Y luego estos cuando crecen son los que con cuchillo en mano buscan quien se los pague.
La mujer me escucha y al darse cuenta de que no tiene vela en el entierro me dice que ella no tiene hijos. Ah chinga ¡. Usted nunca ha parido a nadie?. No a nadie..
La otra mujer viaja en el asiento largo me mira para decirme : Y ese joven de quién habla tiene nombre?. Busco en el papel y descubro que se llama Rubén. Rubén Robles…
Pús ese esí es hijo mío me dice la fotógrafa gráfica. Entonces es tiempo de que se baje del camión y acuda en su ayuda y lo busque.
Su hijo me dijo que quiere arrojárse a las vías del Metro. Aunque sea vaya para que le tome unas imágenes de su cuerpo roto..
La mujer voltea para el vidrio del transporte y sigue su viaje.
Tengo que llegar a un aeropuerto. Este lo ubico en una tarde de sueño lerdo. El Aeropuerto no tiene pista.
Los boletos que compró la fría dicen que debemos de estar antes de que despegue. Pues sí que agudos.
El avión está por partir. Con el brazo extendido le hago la parada. El avión se detiene y subimos.
Noto que el aparato es nuevo hasta huele. Nos sentamos y el piloto cierra la puerta. Hace unas maniobras y se desliza por una avenida repleta o poblada de carros.
Más adelante atravesado hay un camión materialista , le digo al piloto que se detenga porque vámos a chocar. El piloto le pega con media fuerza y le hace un boquete al camión. Se hace para atrás y luego de algunos manotazos a las palancas continúa con su recorrido.
No avanzamos ni dos kilómetros cuando una loza de concreto ha cedido. Un grupo de trabajadores intentan quitárla. Abajo veo claramente un estacionamiento.
El piloto comienza a desesperase y les mienta la madre a todos los que van pasando.
Ya en un llano la aeronave comienza a elevarse hasta tomar una altura considerable…..
Al recuperar su estabilidad le pregunto a la fría si trajo mi pasaporte?. La fría cobra una actitude de pendeja y me dice que ella pensaba que yo lo había agarrado. Pués nó. Sabía que se me iba a olvidar. Y se me olvidó.
Con la fría no puedes contar. Siempre anda en el limbo debería ser como la Carolina. Ella siempre pendiente, siempre fiel. Es por eso que uno busca por otros lugares quién lo quiera.
Pero qué voy a hacer llegando a España?. Los gachupas son rigurosos y me pedirá el documento que me acredite como totonaca. Si no les cumples te regresan y el caso es que no tengo los tres mil euros que cobran por el regreso. O acaso compraste el viaje redondo?. La fría me dice que ella pensó que al llegar a Madrid compraríamos los boletos de retache.
Con el Jesús en la boca y rezándo, las ánimas benditas que me enseñó mi abuela me guardo para mí….
El avión llego a la madre patria. Una vez ahí la fría hizo su trámite y la dejaron pasar. El problema comenzó para mí. Al saber que mi pasaporte se me había olvidadao de inmediato me llevaron a un cuarto. Comenzaron a hablar tan rápido como para que no les entendiera pero yo sé de retórica más de lo que estos tíos suponen.
Busqué a mi padre. Este me dijo por la línea que acudiera a una zona donde se fabrican fierros y aceros.
Ahí te voy de pendejo…
Mi padre me pregunta que me pasó en España. Luego te digo. Ahora ando con la intención de llevar esta antena. Va a estar difícil me dice. Es un paraguas de ramas metálicas . Es probable que al sostenérlo arañes a las gentes.
Tomo el paraguas y comienzo a andar. Mi padre lleva o porta su botas cortas y camina rápido hasta que se me pierde en un mar de gentes.
Un señor altote me mira y me dice que no debo de decir tantas groserías. Y que tiene de malo?.
Le pregunto como llegar a la azotea porque debo de poner esta antena.
El hombre me indica que le siga. Hay subidas y también bajadas.
Con sus manos toca una pared y me dice que este es el nuevo edificio sindical. Lo van a terminar dentro de veinte años. Para ese tiempo ya estaré muerto. Nunca lo veré concluído.
El edificio es verde. Lo construyen con lajas verdes. Le falta mucho.
Llegó a lo más alto. Busco un sitio para colocar la antena sombrilla..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
16 de marzo de 2012.
Estados Unidos Mexicanos.
Comentarios
Me encantó, gracias