TAZAS DE BAÑO, MONEDAS DE PLATA..
TAZAS DE BAÑO, MONEDAS DE PLATA..
“Regresaré en las flores, en el viento y en las palabras que escuches. Y seré un hombre entre los hombres y un hermano entre los hermanos, en el dolor, en la paz y en la necesaria sangre vertida”…
Estoy complacido, ahora es el tiempo de los fantasmas. He llegado de nuevo a la casa de mi abuela. Nunca se me podrá olvidar hasta el día que vuelva a morir aquella tarde en que caminé y caminé por las vías del tren. Anduve perdido como si fuera un ave. Mis pies pequeños se posaban por los durmientes y yo simulando el juego del avión fui recorriendo los maderos uno a uno.
Toqué en la casa de Arciniega , desde afuera se podían intuir los olores que despedía la, cocina .El aromático café. La libertad que acababa de recuperar para mi bien.
Eduardo mi tío el literato abrió la puerta. Quitó desconcertado la cadena , me miró y me dijo: Qué chingados haces aquí?. Le pregunte por mi abuela. Ella se encontraba en su sillón de siempre, leía el periódico de 1971. Bajó la mirada y me preguntó lo mismo. Con el poco vocabulario intenté explicarle que era un esclavo. Descubrió el mensaje de mi rostro. Parecia yo un gato aporreado. Y era verdad.
Con el ánimo de saberme libre, sin los yugos o los golpes, busqué una mejora.Camerina me la dió, ahora somos dos muertos. Quedamos retirados pero para los difuntos las distancias no son nada… Podemos desplazarnos, volar y atravesar las paredes. Eso podemos hacer.. Podemos salir de las fotografías y regresar. Para nosotros el tiempo no existe, no significa nada.
Por el amanecer me entraron unas ganas inmensas de ir a zurrar. En el baño de atrás había dos tazas de baño. Uno enfrente de la otra. Mi abuela decía que ninguno debería ir solo al baño.
Cuando entré mi padre se encontraba sentado en la taza blanca. El estaba desnudo. Sin decir nada también eché el culo. Ahí estábamos, no decíamos palabras. Solamente nos limitabamos a cagar. Mi padre tenía pelos en el pecho. Yo era lampiño. Mi padre era hijo de un General. Yo era hijo de él. Mio padre era titulado, yo era analfabeto…
Mi padre apretó lo que en los caballos conocemos por ancas, pujó y pujó. Curiosamente yo hice lo mismo. Podía saber que la mierda nos salió al mismo tiempo.
Después me habló de la situación que tenemos. Me dijo que ya no me volvería a abandonar. Sé que nunca lo sintió en verdad. Pero intenté creerle. Si en la vida real, los hombres abandonan a sus hijos en la muerte irreal, cuanti más…
Salí del baño y mi padre me dijo que se tendría que quitar los pelos de la cara. Cuando tomaba el rastrillo emitía un gruñido. A nadie más se lo he escuchado….
Afuera está lloviendo, la temperatura es de doce grados a la sombra. Tengo los dedos entumidos y el culo frío. Esta verdad no será para siempre. Más tarde en el silencio de las palabras crecerán las flores y los perros volverán a ladran, en tanto los canallas y los miserables continuarán esparcidos por el mundo…
Me dijo un señor que se llamaba Perfecto, que tenía el gusto enorme de entregarme unas monedas de plata. Sacó de su abrigo una cajita negra. Me pidió que la abriera. En efecto eran varias monedas de plata. Me dijo Don Perfecto que esos estímulos solamente se los entregan a los hombres sencillos, sinceros. Y que yo había tenido esos méritos . Pero le replieque al honorable para decirle que de qué me servirián las monedas si estoy en la muerte. El hombre soltó una risa y parafraseando a William me dijo: Morir es dormir, morir en dormir…..
Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra.
Nec spe, nec metu
10 de febrero de 2012
Estados Unidos Mexicanos.
“Regresaré en las flores, en el viento y en las palabras que escuches. Y seré un hombre entre los hombres y un hermano entre los hermanos, en el dolor, en la paz y en la necesaria sangre vertida”…
Estoy complacido, ahora es el tiempo de los fantasmas. He llegado de nuevo a la casa de mi abuela. Nunca se me podrá olvidar hasta el día que vuelva a morir aquella tarde en que caminé y caminé por las vías del tren. Anduve perdido como si fuera un ave. Mis pies pequeños se posaban por los durmientes y yo simulando el juego del avión fui recorriendo los maderos uno a uno.
Toqué en la casa de Arciniega , desde afuera se podían intuir los olores que despedía la, cocina .El aromático café. La libertad que acababa de recuperar para mi bien.
Eduardo mi tío el literato abrió la puerta. Quitó desconcertado la cadena , me miró y me dijo: Qué chingados haces aquí?. Le pregunte por mi abuela. Ella se encontraba en su sillón de siempre, leía el periódico de 1971. Bajó la mirada y me preguntó lo mismo. Con el poco vocabulario intenté explicarle que era un esclavo. Descubrió el mensaje de mi rostro. Parecia yo un gato aporreado. Y era verdad.
Con el ánimo de saberme libre, sin los yugos o los golpes, busqué una mejora.Camerina me la dió, ahora somos dos muertos. Quedamos retirados pero para los difuntos las distancias no son nada… Podemos desplazarnos, volar y atravesar las paredes. Eso podemos hacer.. Podemos salir de las fotografías y regresar. Para nosotros el tiempo no existe, no significa nada.
Por el amanecer me entraron unas ganas inmensas de ir a zurrar. En el baño de atrás había dos tazas de baño. Uno enfrente de la otra. Mi abuela decía que ninguno debería ir solo al baño.
Cuando entré mi padre se encontraba sentado en la taza blanca. El estaba desnudo. Sin decir nada también eché el culo. Ahí estábamos, no decíamos palabras. Solamente nos limitabamos a cagar. Mi padre tenía pelos en el pecho. Yo era lampiño. Mi padre era hijo de un General. Yo era hijo de él. Mio padre era titulado, yo era analfabeto…
Mi padre apretó lo que en los caballos conocemos por ancas, pujó y pujó. Curiosamente yo hice lo mismo. Podía saber que la mierda nos salió al mismo tiempo.
Después me habló de la situación que tenemos. Me dijo que ya no me volvería a abandonar. Sé que nunca lo sintió en verdad. Pero intenté creerle. Si en la vida real, los hombres abandonan a sus hijos en la muerte irreal, cuanti más…
Salí del baño y mi padre me dijo que se tendría que quitar los pelos de la cara. Cuando tomaba el rastrillo emitía un gruñido. A nadie más se lo he escuchado….
Afuera está lloviendo, la temperatura es de doce grados a la sombra. Tengo los dedos entumidos y el culo frío. Esta verdad no será para siempre. Más tarde en el silencio de las palabras crecerán las flores y los perros volverán a ladran, en tanto los canallas y los miserables continuarán esparcidos por el mundo…
Me dijo un señor que se llamaba Perfecto, que tenía el gusto enorme de entregarme unas monedas de plata. Sacó de su abrigo una cajita negra. Me pidió que la abriera. En efecto eran varias monedas de plata. Me dijo Don Perfecto que esos estímulos solamente se los entregan a los hombres sencillos, sinceros. Y que yo había tenido esos méritos . Pero le replieque al honorable para decirle que de qué me servirián las monedas si estoy en la muerte. El hombre soltó una risa y parafraseando a William me dijo: Morir es dormir, morir en dormir…..
Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra.
Nec spe, nec metu
10 de febrero de 2012
Estados Unidos Mexicanos.
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