El que come y canta

El que come y canta...

José López Alavés

OLIMPIA SILVÁLVAREZ

“Qué lejos estoy del suelo donde he nacido
inmensa nostalgia invade mi pensamiento
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento
quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento”.

Para quienes han salido de nuestro país, para nuestros paisanos que se encuentran del otro lado de la frontera, para los miles de “Jacintos Cenobios” que vemos todos los días en nuestros mercados, sobre todo en el de Abasto, las palabras de esta canción deben representar lágrimas de nostalgia por su tierra. Pero no hay que ir tan lejos, tan sólo el hecho de salir de nuestra casa para viajar al interior de nuestro propio estado, por cualquier cuestión, nos provoca esa misma sensación de añoranza por lo nuestro y los nuestros.
Así fue como la Canción Mixteca nació de una mente brillante, la del maestro José López Alavés, quien se encontraba en 1912 en un humilde cuarto de la Casa del Estudiante de la Plaza del Carmen. Y fue así, cuando sólo, alejado de su gente, de su tierra, inspiró la letra y música de la que él llamó Canción Mixteca, pero que bien podría llevar el título de cualquier otro lugar del planeta, porque es en todo el planeta donde la conocen.
Oriundo de Huajuapan de León, Oaxaca, López Alavés vino al mundo el 14 de julio de 1889, y desde muy pequeño, a la edad de 10 años, se interesó tanto por la música que ingresó de inmediato a la Banda Infantil de Huajuapan que dirigía el maestro Fidencio Toscano. Sin embargo se sabe que José era inquieto, y que sabía que su desempeño musical era impresionante, por lo que buscó otros horizontes para poder ampliar sus conocimientos musicales. De esta manera, viajó a la Ciudad de México en 1906 para estudiar en el Conservatorio Nacional de Música.
En 1918, y gracias a la creación de la Canción Mixteca, el Periódico “El Universal” le otorgó el primer lugar del Concurso de Canciones Mexicanas.
Quizá lo penoso del tema que tratamos, es que las otras trescientas canciones de López Alavés no sean tan populares como la anterior, así que se quedan en el olvido temas como: “Serenata Mexicana”, “Mi vida errante”, “Tú eres mi amor” y la marcha “Despedida a un patriota”, esta última creada en 1964 y dedicada al entonces presidente Adolfo López Mateos al término de su gobierno.
Después de una larga y fructífera trayectoria musical, José López Alavés se fue, no sabemos a dónde, pero el 27 de octubre de 1975 nos dejó solos...

“.. Y al verme tan solo y triste cual hoja al viento
quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.

Archivo.