SIENDO LAS TRES
SIENDO LAS TRES.
Foto : Nebreda.
Tal vez no sea importante decir que estoy en estos momentos de agosto manejando un automotor que ya no da para más . La fuerza que este debe tener se convierte en nada cuando subo un puente . Conmigo va una mujer que al principio se porta amable , pero al descubrir que el vehículo es como una mentada de madre , se empieza a enojar . Ella baja apresuradamente en un sitio alejado , todo esto te recuerda aquella vez en el bajio cuando gozabas de una salud impecable y podías pitorrearte de todo debido a la fuerza de tus veinte años cuando en medio de un aguacero bajaste de otro carro a una puta advenediza que lo único que quería de ti , era el apellido y el dinero de tu padre .
Vas por la tierra de nadie y en la parte posterior viajan sin que nadie los haya invitado tu sombra , tu alma , tu muerte . Ellas muestran un regocijo de viajar contigo , las miras despectivo y como te encuentras enojado también les pides que bajen ¡ Orale cabronas a la chingada ¡ . La sombra te explica que no puede hacerlo porque es de noche y ella necesita proyectarse para tomar independencia en sus movimientos , ahora solo es oscuridad y negro absoluto . Tu alma opta por voltearse a otro lado y no hace comentario alguno . La muerte te toca el hombro y después te abraza .
Ahora estás en la posibilidad del invierno próximo , y en el desierto de los fríos la vida se torna inclemente . Ya está lloviendo y los perros se encuentran mojados , se te acerca un sujeto para pedirte dinero que no es mucho sólo precisa 16 pesos pero no se los das porque deduces que el cabrón lo usará para comprar solvente . Esos hombres de por allá en un sufrimiento de cada rato te miran con esas miradas rudas en donde en cualquier instante pueden atacarte . Es de noche hay muchas sombras oscuras y tú tratas de escaparte de esas miradas , sin embargo al cruzar cerca del Monte de Piedad aparecen cuatro ladrones que cruzan en línea recta y al descubrirte se regresan en sus pasos , tú , te erizas y blandes una arma imaginaria piensas enterrárselas en lo más profundo del culo . Los sujetos pasan de ustedes , los miran y sientes también frío , así que no les queda más remedio que seguir su rumbo y su destino para robar a otro más pendejo .
Hay un impacto en tu conciencia porque cuando sabes de la muerte no deja de inquietarte , es posible que ya estés viviendo tus últimos días , recuerda que tu padre no pasó de los cincuenta y siete , ahora tú amigo del Orfeón ha sucumbido , y de nada valió el lloro de sus hijas , ni las penas que le causó a su mamá de edad mayor , la puta muerte lo atrapó , como atrapó a tu padre , a tu abuela apreciada , a la jefa de tus días , y nada se puede revertir , ni esas ansias por volverá a respirar , por volver a oler , a disfrutar de los placeres de la comida , nada es posible , tú serás polvo o quizá gusanos , y a nadie le importará si te dá un infarto , te cae un rayo o se te pone el pelo blanco . Nada más te queda la canción , la música de Joan Manuel , y Alfredo , el ánimo de tomar café por litros , y quedarte varado en la esquina de los recuerdos , de cuando eras un niñito que siempre vivió en la derrota .
De pronto hablas con un señor con lentes , quién sabe quién es, , pero habla y habla de los rencores de su propia sangre , de cómo una vez que lo visitó en Guadalajara , el hijo lo abrazó cercano al cuello y le profirió amenazas de muerte , le dijo que no se sintiera muy sabroso , que ya se la tenía sentenciada y cuando meno lo pensara iría a la ciudad de México a buscarlo para matarlo . Que haría parecer como un asalto , se le acercaría de lado mientras él estuviera en su coche , así , pondría el cañon de la pistola cerca de su sien y le dispararía , sin remordimiento alguno . Como es grande el resentimiento, escuchas a Carlos Cano, tomas una sopa caliente, chup-chup…
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
México.
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