ESPOSAS EN LAS MANOS
ESPOSAS EN LAS MANOS.
Mi camino está trazado , he navegado por los sueños oscuros, por los laberintos de lo irreal . Mi amor por la vida ha desaparecido , hasta en los sueños más absurdos impera la violencia . La violencia en todo los sentidos , me poso como las mariposas amarillas de Macondo hasta esas calle del suburbio.
Allí logro penetrar por un callejón que me lleva a una escalera, decido , después de darle una fumada a mi tabaco rubio , entrar mientras le doy un golpe de bastón a ese vidrio roto que yo logro romper aún más . Me mira un gato gris que se lame los bigotes y parece decirme ¡ pinche pendejo ¡ .
Mis pasos me llevan a una habitación circular pintada de rojo que fosforece , hay varios individuos pelados con ese corte vulgar de un policía , uno de ellos me señala unos sobres pegados a la pared , esos sobres están fijos en línea de arriba hacia abajo , todos ellos contienen dinero , el sujeto busca en los sobres apresurado los mete en un costalito y me indica que le ayude a llenar . Lo miro mientras le explico que a mí no me sirve el dinero , con ese papel no puedo comprar el ronroneo de mi gato , ni tampoco hacer que esa estrella que señalo, pueda prenderse en el cuarto de mi casa . El tipo ladrón llena su saco y baja apresuradamente , las escaleras de madera se estremecen y casi al filo de que salga le arrojo un puñal por la espalda y lo mato a traición absoluta .
Después , me siento y descubro un papel que dice : Un joven de 25 años llegó a su casa en el estado mexicano de Hidalgo y al verlo su padre lo reprendió por tomar dinero de una cajita que él tenía . El joven se hace de palabras , avienta al padre y este cae para pegarse en la cabeza , el sexagenario cae hacia atrás , se pega en la cabeza y muere al instante . La mamá del petrimetre se escandaliza por lo que ve y corre al teléfono para llamar a un servicio médico , el joven homicida , se abalanza sobre la ingrata vieja pues supone que le va a avisar a la fuerza policiaca , toma un cuchillo y mata a su mamá .
Más adelante y ya en frío , procede a desarmar una televisión Majestic de los televisores de antes , lo abre, sacalos bulbos y demás cables . Pone los cuerpos de los padres y procede a descuartizarlos , mete las partes en la tv y lo cierra .
Asi de un tiempo prudente , mete el aparato a la cajuela de su carro y se marcha a la capital de México . Allí , por el norte de esta , para el carro , se baja y le prende fuego a sus padres . En una premeditación de loco , arroja unas identificaciones de los senectos y se va .
Pasan los días y lo visita la ley , se lo llevan y lo interrogan con esos métodos que aturden , los cuicos comprueban que es un parricida , un juez legal , lo condena a 70 años de prisión .
Tiro el periódico , y salgo nuevamente a la oscuridad de esa madrugada .
Me paro en la calle de mesones y tomo un taxi . Un locutor dice sin enfado alguno que hay otras manos con esposas . Una joven pequeña por los rumbos de de Iztapalapa . La policía acudió al barrio de San Ignacio para descubrir el cuerpo sin vida de un menor recién nacido , y ahorcado con un cordón rojo del zapato de la madre . Hace nueve , meses esta joven fue violada por un lobo desconocido . Ahora llega un fotógrafo que imprime sus manos atadas con esposas de hierro. Es lo que hay, hay que ver , hay que ver…
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
México.
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