PARECIDO A RICHARD AVEDON

PARECIDO A RICHARD AVEDON .

Estoy algo espantado porque lo que pasó anoche es hasta cierto punto anormal . Yo estaba en la ribera de un río, saludando a Petra y a Juana . Ellas me decían que Arcelia, había visto a una bruja, que lo más posible era que próximamente fuera hasta mi casa a chuparme la sangre . ¿ Es broma les grité a las mujeres . No que va si fuera broma no estaríamos aquí lavando la ropa . A lo mejor tú piensas que es un chisme , que son puros inventos , pero hay te lo haiga , lo dejamos a tu pensar.

Pinches viejas arguenderas , siempre que me encuentran me dicen algo . A lo mejor les caigo en la punta de los dedos y por esos se dan a la tarea de intrigar, de inventar cuanta cosa pueden para que yo caiga en el susto y me mate solo . Ellas están ardidas porque nunca quise tener sexo , es que la verdad estaban bien gachas, hasta bigotes tenían y si esto se hubiera dado al momento de los besuqueos pensaría sin duda que me estaba embarrándo sus bigotes Bienvenido Granda.
Estuve pensando la manera de deshacerme de ellas, les podría invitar un trago, como están tan feas no podrán negarse , estas dos malditas siempre me aventaron los calzones pero como comprenderás yo un anglo no puedo andar espaciendo mi simiente por estos lugares de la geografía veracruzana y además yo soy tan bien parecido, con un cierto aire a Richard Avedón .
Tomé un sombrero Panamá que alguna vez adquirí en una tienda cercana al canal, lo coloqué sobre mi cabeza y me dormí . Primero estaba en la cama sobria en dónde murió Benito Juárez . Cuando lo supe , me levanté sin contratiempo alguno , yo soy un tipo extremo y no me gustan las loas a los hombres , que cada quién hago lo que tenga que hacer , pero que no los pongan a nivel de intocables , y defensores de los pobres . Me castra , porque si así fuera no existirían más de cinco mil millones de humanos en la miseria extrema.
Tenía prisa por irme de ese Palacio Nacional , el lugar no era para mí , me postraba como te dije en la ribera del río, , y soñaba , y soñaba :

Primero miro a Sergio Méndez en unos terrenos aledaños y tocando Máis que nada , una dama que aún la recuerdo , creo que estuvo casada con un tal Herb Alpert, y si el sueño no engaña tiene por nombre Lany Hall , ella tenía unas piernas que ahhh¡ . Ahora sueño con una paloma de manchas grises y subida en un árbol . Con una guitarra en mano, María del Mar Bonet , entona en suau tonalidad , la coloma blanca , la de blanca sonrisa , la que se mete en el ventanal del caserío . Lo mejor de todo esto es que las malditas de Petra y Juana no viven en mis sueños.
No sé quién toca el piano , pasa un perro y me acuerdo de Claudia , la novia temprana , la de labios rojos que me traicionó con un extranjero . Esa tarde era una tarde caliente , intenté darle un beso que se perdió en el aire . A Claudia le escribí canciones que sólo a ella le canté pero la muy traidora se largó con el extranjero . Mi amor era uno , le llevaba rosas rojas que apenas podía comprar , me presentaba como idiota y ella en bata se burlaba de mí presencia , maldita zorra . Me sacó lo que pudo y se marchó con el extranjero.

Después supe de la historia de un negro peruano que mato a su mujer , le sacó las tripas y las fue a vender . En un landó , se oyen los tambores , tocan a ritmo , los pájaros dan vueltas en el medio de ese ambiente caliente de manos con sudor : ¡ Venga mujer, vengan a comer , las vendo baratas tripas de mujer ¡.
Estoy sudando me surca un mosca , se hace tarde y estoy sumido en un sopor que por momentos me hace sufrir pero que sin embargo aguanto .

Unos pescadores que llegaron de Pánuco , me arrojan dos pescados y me dicen : ¡ Pá que comas carnalito ¡ . Estos si son mis amigos y no como las pinches viejas del otro ladoi del río . Me dan ganas de matarlas. Pero nada más de pensar en todos los trámites que deberé seguir me causan una flojera . ¿ porqué las mataste ? . ¿ Cómo las mataste ? . ¿ Qué les robaste ? . Nada, nada señor, yo lo único que quería era matarlas . ¿ Pero una razón habría de haber ? . No, ninguna sólo quería matarlas .

Primero llegaría a la casa de la Petra , la saludaría sistemático , amable y cordial, tendría en las manos un licor y una flor blanca , ella se emocionaría por mi actitud. Pensaría que ya le ganó a la Petra . Me pasaría a su cuarto, , que tiene unas veladoras que se prenden y se apagan , unas estampas de santos que nada le resuelven. En la cama dormirá el hijo del negro pero ese ya no vive con ella se escapó en pos de unas nalgas mejores porque la verdad la Petra no enciende la pasión de nadie ; menos la mía . Después la tomaré de las manos y le diré lo más mustio que pueda que yo en verdad la amo , pero en el momento que se lo esté diciendo estaré pensando en Claudia la maldita que me traicionó con un extranjero.

Ella sentirá mi calor , le tocaré los dos brazos , besaré sus senos chiquitos mientras en silencio extraigo mi cuchillo pá sacar tripas y sin más , sin sentimiento alguno , le clavaré cuántas veces pueda la hoja de mi acero . Ella será un borbotón de sangre y mis zapatos se ensuciarán.
Le daré un beso en sus labios muertos y me iré sin ningún pendiente .
Más tarde llegaré a mi casa , pondré un CD , de música árabe , o que parece árabe , pero al paso , descubro que es Lila Dawns con una versión nueva de Cielo rojo, aquella que fue un éxito en las voces de los hermanos Zaízar . ahora debo de serenarme . Tomaré un té mientras se tibia el agua . Después me baño para quitarme los rastros de sangre . Mi gato me vé como si supiera lo que acabo de hacer .

El agua de la regadera cae sobre mi cara , me limpio de todo rastro posible . Ahora se hace tarde , y miro que ya están apareciendo las estrellas .
Busco ropa blanca porque es más escandalosa , limpio mi cuchillo , lo guardo discretamente y me digo : Vámos Richard . Saco mi cámara y me tomo una fotografía aprovechando el tripié .
Me limitó a llegar a la dirección de Juana . Juana tiene cara de tortuga de Tehuantepec , es una mujer gorda , amplia , de malos pensamientos , con muchos collares , su historia es de intrigas y lenguas largas , pero todo tiene que acabar , a ella ya le llegó la hora.
Juana está tomando un jarro con pulque para quitarse los calores , me mira y dice : ¡ y hora tú ¡ que chingados haces aquí ¡ . Quiero hablar contigo . Ella como que lo piensa , pero decide abrir las trancas . En ese momento le entregó una botella de ron , y una rosa blanca . Sus ojos cambian y piensa en sus adentros que ahora sí ya se chingó a la Petra . Pero Petra está como tú ya lo sabes con las tripas de fuera .

Platicamos de todo de cuando íbamos a jugar con las piedras del río y les dábamos nombres , cuando jugábamos con los caballos y hacíamos cuerdas para saltar cuando comíamos guayabas rosas y nos mojábamos en los aguaceros de mayo . Yo reía y reía , me daba gusto que me recordara pasajes de mi infancia , de aquél perro que tuve , de la paciencia de Filemón para enseñárme a tocar la jarana . De la primera borrachera con los jóvenes de allá por la cañada . También me habló de la traicionera de Claudia , la que me cambió por un extranjero . Le dije Petra , ya no me hables de ella , eso es un pasaje que ya no está más . Pero ella siguió insistiendo como para hacerme daño . Entonces fue que me quité el sombrero y saqué mi cuchillo , le dí tres hasta lo más profundo , sus ojos antes intensos se fueron apagándo, la luz se apartó despacio , despacio . Ella me dijo que siempre había tenido un amor para mí . Pero que siempre se consideró menos , por ser una mujer fea . Y que yo un tipo tan bien parecido a Richard Avedon jamás me podría fijar en una pueblerina .
Fue entonces que me arrepentí , busqué mi Cannon y comencé a fotografiarla . Su cara no era tan fea como se sabía , tenía una tristeza de dulce , unas manos calientes que hasta se veían bellas . Toqué sus cejas y comencé a llorar.
Ahora estoy en mi casa de palma , el radio hace escapar un bolero en dónde canta Altemar Dutra . Que te hice cariño , tú nunca me traicionaste con ningún extranjero…

Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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