La fría se casa porque dice que sintió bonito, casa inmensa, ventanal sin vidrios, vendo un carro, testigos de un fraude.
La fría se casa porque dice que sintió bonito, casa inmensa, ventanal sin vidrios, vendo un carro, testigos de un fraude.
La fría me dice que se casa.
Y eso porqué?
Porque conocí a un señor que me hizo el amor y la mera verdad sentí bien bonito..
Huy fría y entonces me dejas?
Pués no sé…
Como quieras…
Me encuentro en esta casa inmensa. La reviso cuarto a cuarto.
En la parte alta hay un ventanal. Necesitaré ponerle vidrios para que no se meta el frío. Pienso.
Tengo un carro de color azul. Un señor me pregunta que en cuanto lo vendo?
No lo estoy vendiendo pero cuanto me ofrece?
Me dice que a lo sumo setenta mil pesos.
Orale señor¡ setenta mil y estamos.
Le entrego el carro con todo y sus papeles.
No me tardo más que unas horas y con el dinero en la mano acudo y compro otro automóvil.
En unas cuantas horas me gane un buen dinero. Así son los negocios. A veces ganas a veces pierdes.
Una señora que vende frutas me dice que debo de mandarle los dos testigos.
Y como para qué los necesita?
Como que para que?
Ellos serán la clave para meter a la cárcel a Manuel. Se acuerda de él?
Sí que hizo o que?
Pues le dieron a manejar una cuentas financieras y sustrajo diez millones de pesos.
Y ya le comprobaron el ilícito?
Sí lo tenemos documentado.
Entonces aquí están los testigos.
Les digo que se aproximen y que firmen.
Después veo a Manuel.
Me dice la señora de las frutas que cometiste un fraude. Y que te van a meter a la cárcel.
Manuel sólo me mira, no me dice nada.
Que según ella te robaste una lana.
Manuel no me responde.
Entonces es verdad?
Bueno pues paga tus culpas. Cada quién debe de pagar sus culpas.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
2 de Mayo de 2016.
Estados Unidos Mexicanos.
La fría me dice que se casa.
Y eso porqué?
Porque conocí a un señor que me hizo el amor y la mera verdad sentí bien bonito..
Huy fría y entonces me dejas?
Pués no sé…
Como quieras…
Me encuentro en esta casa inmensa. La reviso cuarto a cuarto.
En la parte alta hay un ventanal. Necesitaré ponerle vidrios para que no se meta el frío. Pienso.
Tengo un carro de color azul. Un señor me pregunta que en cuanto lo vendo?
No lo estoy vendiendo pero cuanto me ofrece?
Me dice que a lo sumo setenta mil pesos.
Orale señor¡ setenta mil y estamos.
Le entrego el carro con todo y sus papeles.
No me tardo más que unas horas y con el dinero en la mano acudo y compro otro automóvil.
En unas cuantas horas me gane un buen dinero. Así son los negocios. A veces ganas a veces pierdes.
Una señora que vende frutas me dice que debo de mandarle los dos testigos.
Y como para qué los necesita?
Como que para que?
Ellos serán la clave para meter a la cárcel a Manuel. Se acuerda de él?
Sí que hizo o que?
Pues le dieron a manejar una cuentas financieras y sustrajo diez millones de pesos.
Y ya le comprobaron el ilícito?
Sí lo tenemos documentado.
Entonces aquí están los testigos.
Les digo que se aproximen y que firmen.
Después veo a Manuel.
Me dice la señora de las frutas que cometiste un fraude. Y que te van a meter a la cárcel.
Manuel sólo me mira, no me dice nada.
Que según ella te robaste una lana.
Manuel no me responde.
Entonces es verdad?
Bueno pues paga tus culpas. Cada quién debe de pagar sus culpas.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
2 de Mayo de 2016.
Estados Unidos Mexicanos.
Comentarios