VENENO
VENENO
Este hombre que camina pensativo tiene motivos para hacerlo. Claro que ya no le importa vivir. Va cavilando como fue que llegó a este momento.
Se encontraba con un grupo de muchachas en un poblado de los muchos que hay. Ellos le insistieron que fueran al río. Llevarían una lancha inflable y navegarían entre el rápido. Cuando escuchó, para sus adentros decía que no le interesaba ni la lancha ni el agua. A pesar de sus negativa los acompañó. El medio ambiente presentaba bruma. Dirigió sus pasos por una vereda que habían hecho pies anteriores. Se alejó de los demás y precisamente en ese momento una víbora cascabel le mordió un tobillo, dejándole una marca bastante aparatosa. Se sentó en el camino esperando que los otros llegaran. Cuando lo miraron entraron en alarma porque ese tipo de animales son muy venenosos.
No tuvieron tiempo de llevarlo a la asistencia médica, además tampoco tenían un contraveneno y sin más entrego los tenis al creador de todas las cosas.
Ahora se encuentra en el limbo de los sueños.
Se acercan a él un nuevo grupo, solo que estos son fantasmas del más allá. Le dicen que no se preocupe más por su mordida, eso ya no importa. Uno de ellos le dice que trabajará desde ese momento en un aeropuerto. Les pregunta que en donde se encuentra no obtiene repuesta pero al insistir en esto nota que en la parte posterior hay un letrero iluminado que dice JKF.
Le piden que vigile a las personas que intenten abordar. Asi lo hace y es cuando descubre que las personas mienten. Cada quién dice lo que le conviene. Cientos de personas avanzan por un pasillo que lleva una corriente discreta de agua. Uno de sus jefes le dice que ahora si se vas a hinchar de lana. Y la descubre cuando entre el agua cristalina hay billetes de cien pesos que no sufren la acometida del agua. Lo toma para guardárselos en su saco. También hay en esa corriente bonos del gobierno que son fácilmente cambiables.
Dos hora más tarde decide fumarse un cigarro pero tiene que apartarse y busca un pasillo donde no pase nadie.Descubre uno que lo lleva a un paso de vehículos pero que las personas no pueden pasar. Se debe hacer ciertas piruetas. En un enrejado hay un hombre que se parece mucho a un indigente de las calles de Montevideo. Parece que es él. Acerca su mano y le ofrece un cigarrilo de marihuana que apesta a madres. Le dice que sólo fuma cigarros de tabaco. Allá tú, le dice.
Esta fumando cuando el jefe de más importancia se acerca para decirle que gracias a su olfato puede saber quién roba, quien miente. Tú no eres de esos, le insiste. Busca tus papeles para que te quedes con nosotros definitivamente. Extiende su mano y se aleja.
Una mujer entra a una oficina y sale con la cara descompuesta. Lo mira para decirle que su incorporación no procede porque según su expediente de vida, todo lo que representó está plagado de veneno de víbora….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
22 de octubre de 2009
Estados Unidos Mexicanos.
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