MIRANDO AL MAR...
Fellin.
MIRANDO AL MAR..
No es extraño que este individuo entre en estado de meditación. Posa su mirada hasta donde puede, el horizonte se va dibujando al mismo tiempo que sopla una brisa tenue, los azules del cielo se desvanecen paulatinamente porque son más de las seis de la tarde y el astro sol se va ocultando. No sabes que hay más alla´, quizá un continente que se llame Europa, o un país de sumo desarrollo, donde no existan perros deambulando, pirujas apostadas en las esquinas de los barrios, mostrando su culo enorme . Asi , asi. . Un país verde, que haya árboles y aire limpio , donde no sea posible la ignorancia, que incluso las pendejas que van a los concursos de belleza sepan que Cristóbal Colón no llegó acá en 1980, ni que la muralla China se encuentre cercana al canal de Panamá.
Es probable que se llame Irlanda, y que su producto interno bruto, sea motor para la vida nueva. Aquí, continúan las muertes, hay más decapitados e infames por todos lados.
El mar te aleja y pretendes tener tu lancha , sin embargo los remos se encuentran a punto de desmoronarse. Hay un pez que yace muerto, botellas de algún naufrago desesperado, y una hoja muerta con algún poema. Entre las arenas escribes una línea, que es en realidad una idea . Pretendes que las palabras no queden en nada y tu dedo va delineando los rumbos del pensamiento.
En unas rocas que sobresalen se encuentran descansando un grupo de hippies. Ellos también miran al mar lejano. Son hombres que fueron jóvenes en los sesentas. Aún llevan flores en el pelo. Uno de ellos tararea una canción de Leonard Cohen, sabe que es una especie de tonto de la colina que a pesar de todos los vientos desfavorables nunca perdió la idea de ser un hombre libre. Su vestimenta es la misma de esos tiempos ; barbas largas, huaraches a doble nudo, su camisola con flores bordada y un collar de piedras de mar. Ni siquiera tiene una casa, vive en San Francisco en un parque, su vivienda es una casa de campaña . Quieres hablar con él pero solo habla inglés. Pero no importa su lengua extraña, él si supo defender su pensamiento, no fue hippie de un día, llevó su comportamiento al máximo de todo. Cuando habló del conflicto del mundo, supo que tenía razón, solo que nadie le hizo caso. Todos en la ciudades siguen alimentándose de mierda.
A estas alturas del partido ya no te importa nada, bueno algunas cosas si, como coger, cagar , cantar , comer , pero extrañas el silbo del pájaro, la tonada y la nana , el bamboleo de la mulata , y las cuerdas del arpa. Te da lo mismo cuando compras una camisa , un pinche teléfono , las llantas de tu carro . Todo es frívolo, un supermercado nacional de putas y putos , donde todos venden desde el culo hasta el corazón. Te venden un ungüento pal dolor, te arreglan las muelas, te fabrican un delito, te mandan un reclamo. No hay memoria que importe, ni quién se acuerde, incluso hace unos días se te olvidó el aniversario de muerto de tu propio padre. Y te acuerdas que un amigo que tiene cara de árabe te dijo que cuando su padre muriera, iria a mearse a su tumba, pá que crecieran árboles.
Te olvidas de los hippies y los dejan en su pedo, mejor recurres a lo propio y te acuerdas que tu abuela te habló cuando estuvo en Veracruz. El lugar se llama Tuxpan y no sabes como las pendejas bellas , si en Tuxpan hay mar o solo pasa un río. No tienes un libro en el momento y te quedas en la duda. Tu abuela dijo que llegaron acompañados por varios generales, de esos generales viejos de la revolución de México . Como en las películas le ponen una fecha para situarte en los tiempos entonces te diré que fue antes del 43.
Llegaron en medio de una tempestad, las palmeras se azotaban por los vientos que vienen por la costa del Golfo. Alquilaron las familias sus respectivas habitaciones y los abuelos se durmieron extrañando el colchón de su casa.
Al despertar al filo de las seis, se podía apreciar que las estrellas no se habían ocultado, incluso una que le llaman la estrella del sur todavía titilaba. Tu abuela , te dijo, que cuando alzó los párpados para despertar, descubrió que el general de brigada no estaba en el cuarto. Fu entonces que buscó sus ropas y sus zapatos, los calzó de un solo tirón y salió para buscar al güero señor.
Pregunto en la administración y un joven bigotón, tipo el negro Ojeda le dijo que El militar salió a ver el mar.
Entonces sentado en una viga que hacia de asiento , se encontraba Eduardo mirando hasta por allá como si de un Hemingway se tratara, donde se podía divisar algún barco que regresaba de pescar el camarón.
Tu abuela , se acercó, colocó el brazo en el cuello colorado y le preguntó que es lo que veía. Tu abuelo, observador le dijo que no creía en Dios, pero que en ese momento se encontraba extrañado. Es que no es posible que alguien humano y no divino haya podido meter tanta agua en este sitio….
Entonces se levanto, buscó entre sus ropas algún cigarro imaginario, nunca se te ocurrió preguntarle a Camerina si tu abuelo fumaba, o si bebía algún tipo de alcohol. O que era lo que le gustaba.
No sabes tampoco si después que regresaron a la ciudad acudieron a la Basílica de Guadalupe a ver a la chingonona, con sus ángeles prietitos, y su manto europeo. Tienes una teoría. Piensas que esto de la virgen es puro cuento, esto lo inventaron los españoles con el único propósito de someter a los indios. Cuando estaban urdiendo su mentira, uno de estos peninsulares les dijo que si pintaban una virgen rubia los pinches indios no se la iban a creer. - Y que es lo que usted aconsejaría dijo otro de la madre patria - . Yo diría que buscáramos el prototipo de las viejas de por aquí, que sea una morena parecida a todas las que se pasean por los mercados con sus senos grandes y sus pezones negros . Este encargo se lo hacemos a uno de nuestros pintores y cuando esté lista, la exponemos y a ganar monedas de oro . Joderr…¡.
Tu abuela bautizada como todos los que se precien de ser, le insistió al brigadier para que la llevara al santo lugar. Entonces en medio de un estado de complacencia de momento se encontraron en lo que se denomina el atrio. Había como 20 danzantes que se meneaban al ritmo de unos cascabeles que se ponían en los pies , señoras vendiendo artesanías , rosarios y estampitas. En ese extremo un fotógrafo se acercaba a las personas para preguntarles si querían llevarse un recuerdo de la Villa.
Tu abuela se quitó su capa y la depositó en el suelo, poso sus rodillas y en pleno acto de entrega a la divinidad hecha pintura comenzó a andar de rodillas. El militar se encontraba mirando a una devota que se aferraba a su rosario mientras emitía unas pequeñas lagrimas.
Cuando se percató de lo que hacía tu abuela arremetió con ella y probó su botas.
A mí no me gustan este tipo de chingaderas, yo no creo en nada, así que levántate y no pidas por mí ni por nadie…
Ahora es casi su día, los muertos se aproximan, es probable que sus almas te acompañen, incluso te sientes como si fueras un loco cuando escuchas la voz autoritaria de tu padre . Alfredo ¡. Alfredo¡ .
Tu padre era otro extraordinario cabrón. No le fue a jincar un hijo a tu mamá.
Una tarde del año 51 y casi para llegar el 52, tu mamá comenzó a tener cambios en su aspecto físico. Su cuerpo hermoso ahora presentaba una enorme bola. Cuando Eloísa la descubrió, se enojó tanto que comenzó a darle unas cachetadas a modo de las novelas de Corin Tellado. ¿ Quién es el padre le decía a la joven serrana?. Y la pequeña muchacha no soltaba prenda. Se pensó que el padre del niño era un piloto que se llamaba Luis John, Entonces el rigor se tornó tan rudo que no tuvo más remedio que soltar la sopa.
Primero le dijo que no era un niño sino que eran lombrices y la lombriz posteriormente fue bautizado y registrado después de cinco años, no sabes porque esa pinche manía de registrar a los hijos tan tarde.
El papá se llama Alfredo . Mientes le decía con mirada ruda . Mi hermano es casi un jesuita, y de ninguna manera se hubiera metido contigo. Como en esos años no se utilizaba la palabra zorra, le dijo que era una mujerzuela.
En una de esas pláticas de sobremesa, Doña Camerina Corral te platicaba que fue al mercado de Mixcoac a comprar ropita para el bebé. Buscó desde un mameluco azul, unas camisetitas bordadas, chambritas y unos zapatitos del mismo tono. Tomaba su café con leche y le gustaba arrojar cachos de queso Chihuahua a su contenido le daba vueltas con la cucharilla y rescataba los trocitos para degustarlos sabrosamente.
Era simpático cuando tocaba ese tema del niño lombriz porque en esas se aparecía Fernando y haciéndose el sonso escuchaba. Luego se acercaba a la ¿ ochentagenaria ? Y la abrazaba para decirle : ¿ Quién me compró mi primer sarapito?. Tu abuela limpiándose la cara le decía al nieto impertinente : Pués quién iba a ser recabrón. ¡ Que ternura ¡…
Tu también te has encontrado con la vista al mar…
Y sientes como si tuvieras la llave de la cárcel que se llama México.
Cierta vez pensaste que venderías tus pertenecías terrenales, que consistían en unos zapatos de ante gris ,un reloj de bolsillo que te regaló tu tío Eduardo, un camión de juguete usado, un álbúm de estampitas de la Cia Nestlé,tu frasco de agüitas, de tiritos y bombuchas, y los soldados de plástico, tu disfraz del Zorro, los carritos Ford con los que jugabas carreterita, dos chocolates Tin Larín , un aro hula hula , y los carros amarillos de carreras que alguna vez te regaló Jose Luis Alvaradejo. También venderías los pesos de Morelos , los zapatos Sandak , y el llaverito de la Canada , el autógrafo de Sor Juana , los discos de Joan Manuel y el suéter verde que te compró Beatriz.
Por supuesto que también el pantalón brilloso que llevabas cuando se casó Herman Cline , el pañuelo violeta que te dejó tu papá cuando los abandonó, el tenedor que le aventaste en el pie a tu hermana Patricia y la sangre que arrojaba Andrés por las narices. De igual forma pondrías a la venta los renacuajos que le salían por la boca a Toni, cuando se estaba ahogando en ese charcote cercano al manicomio, los mesquinos de tus manos , el vestido de moñitos que llevaba Jaqueline , la sal que le untaste en la espalda a un sobrino de Lela , los frijoles al minuto que llevaban a la sierra, las aguas frescas con tequila que preparaba Fernando, los huesos de tu abuelo , las hojas del árbol de aguacate que le echabas a los frijoles, el primer semen que arrojaste a la pared , los cuentos de Kalimán, y hasta la guitarra madrileña que te vendió El chaca-chaca.
Esto lo harías para poder comprar un boleto a Veracruz. Al llegar al puerto pedirías trabajo en un buque. Si lo conseguías aunque fuera lavándo los baños, les pedirías que en cuanto se divisara tierra de Europa, te hicieran favor de bajar. De ahí echarías a caminar hasta llegar a algún pueblo. Pedirías posada y conocerías el lugar, pasarían los años y no regresarías.
El problema fue que nadie te quiso comprar nada. A ver dime a quién chingados le importan los objetos que nada valen?. Es verdad , eran meros trebejos. Hoy no sabes en dónde están, quizá en algún baúl, en un baúl que es imaginario, por ahí debe de estar. Es entonces que lo miras, te acercas despacito, tu gato también se intriga. Te sientas a su lado y tu mano desempolva un reconocimiento a tu labor de ojete , hay además un cuadro que se esta destartalando, es un diploma que te dieron por tanto resentimiento, hay también una medalla que sirve para pura chingada , una foto que se extravió en un sofá. Ahí lucías de siete años, peinado con gomina y el pelo echado para atrás , un diente que le dejaste al ratón y que nunca se lo llevó , los cuentos de cachirulo y el tronar de los dedos de los Locos Adams , el trajecito gris Oxford que te regaló un maestro ,el vestido azul que usó tu mama cuando se caso otra vez , los huesos de pollo que se comía Andrés , y las paletas de agua que vendías . un libro de Antonio Machado que te robaste de la biblioteca de la preparatoria y robar un libro no es un robo, Ahí se encuentran estas cosas y otras más. Las caras de quien desprecias por sus comportamientos mierdas , hay un pan de muerto que ya está verde , también hay un ratón , y las gorditas norteñas que vendía tu mamá en Santa Fé , un cenicero con un alacrán adentro, el anillo de rubies de Doña Mica , un traje Catalina , y el reloj Haste de extensible , el cuadro de Luis Echeverria , y los jarrones y la trensa de Consuelo , la perroda de Valdemar , y la anforita de Bacardi que se tomaba tu papa todos los días , el balón de fut bol de Beto , la bicicleta de Paty y tu caballito Roncy , la capirotada de Cuca , y las jeringas de Don Poncho , la mariguana del Sally , y el burrito de madera en que se subió Paty para tomarse su fotografía , el pujido de tu papa cuando se rasuraba , y los gritos de dolor de Valdemar cuando se tapiaba. Si aguzas el oído podrás escuchar a Leonardo Fabio con otra vez será , el piano que tocaba Lalo y hasta el sonido que emitían los huesos de sus manos cuando se daba masaje. También está su caspa y sus boleros , su chamarra con aceite en las mangas , los gatos que colgaba Tu abuela , el rifle con el que mataste al wisky, el tejido de Chelo , tus greñas hasta el lomo , el café con leche de la Perla , los dulces de Bellas Artes , los bostonianos de Fernando , los carros nuevos de Martha , los tacos de frijoles con quesillo que comías con Lalo en León , la traición de muchos , el árbol que plantaste , la calavera que robaste , un programa de Los Folkloristas , el agua de Tehuacán que le diste a Mercedes Sosa , la guitarra de Yupanqui , el dsico autografiado de Cannon Boll , el café Do Brasil , tus trajes de Hig Life , y la consola que nunca sirvió , el Ranault y aquel quinque de latón plateado , las lámparas de la sala, y el piano que se llevó Herman, el traje de militar , los cupones de la Conasupo , y el carrito de baleros, los estornudos del chivo pedotes , los lunares de tu dedo , las fotos de Zitarrosa , tu diploma del kínder y
los chistes de Gustavo y los ladridos del Chato…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Para elpueblodeletras.
Nec spe, nec metu.
Estados Unidos Mexicanos.
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