Corrido del General Domingo Arrieta León.
Corrido del General Domingo Arrieta León.
Durango, Durango
Revolución Mexicana.
Completo.
Mientras que cruza la sierra al frente de su guerrilla en voz baja va diciendo el famosos cabecilla:
Me levanté con Madero y sigo a Don Venustiano para salvar a mi pueblo de oprobio porfiriano.
Soy nativo de Durango de la región de la sierra quiera que se haga justicia y se reparta la tierra.
Mis soldados son rancheros de Santiago y Tepehuanes de Canatlán y Canelas y son guenos como juanes.
Más que miro por el rumbo de aquella hermosa quebrada?
Es un grupo de pelones que nos tienden una emboscada.
Caminos de Tamazula verdas de Indé y de Topia como pajarean las mulas cuando ventean a la tropa.
El señor del tizonazo nos agarre confesados que a la hora de los balazos se corvean los más bragados
Hijos de la China Hilaria sobrinos de Don Porfirio.
Como me gustan ya muertos para prendérles un cirio.
El humo de las descargas lento sube por las lomas y el silbido de las balas va asustando a las palomas.
Los buitres en el picacho alzan su calva con roña y cuando pasa el combate bajan a comer carroña.
Fue sólo una escaramuza no tuve ninguna baja más lo pelones sí hallaron en la sierra su mortaja.
Sigamos pos adelante que ya me anda la impaciencia por ver a mi chata linda que es una flor de inocencia.
Ya se divisa un pueblito perdido allá en la llanura será Concepción de Indé?
Será San Buenaventura?
Métale espuela a los pencos y afiáncense las cananas que nos esperan los nuestros con repiques de campanas.
Salgan todos a la puerta aunque sea de mañanita que llego Domingo Arrieta a buscar a su Adelita.
Traigan al ciego del arpa, y al cojo del cornetín, y al sordo de Don Tiburcio que le dá duro al violín.
Y mientras tocan los maestros fusilen al boticario al juez y al viejo Don Chema por mula y por reaccionario.
Y al gachupín de la tienda sáquenle cinco mil pesos y sí no quere aflojarlos cuélguenlo de un pino de esos.
Toquen toquen pepenados, toquen toquen mi Adelita que ya vide en su ventana asomarse su carita.
Tiene los ojos muy negros la boca muy colorada las trenzas así de largas y la cintura delgada.
Es linda como una rosa y alegre como canción será mi fiel soldadera en esta revolución.
La quero muncho deveras, estoy chiflado por ella soy un gusano que sueña con el beso de una estrella¡
Que dice Adelita Chula se va conmigo a la sierra tendrá su casa en Durango cuando se acabe la guerra.
Los muchachos ya están pandos ya se les subió el tequila, sus risas y sus mentadas no dejan madre tranquila.
Se oye tropel de caballos y algunos tiros aislados, salgan todos de las casas que ahí viene los colorados.
Suba en ancas vida mía, y agárrese de la silla que vámos a ver sí matan esas balas de tortilla.
Nos tiene acorralados tenemos que abrirnos paso ora es cuando has de ayudarnos mi señor del tizonazo.
Abranse que lleva bala esbirros del pelón huerta, pos con su Adelita en ancas aquí va Domingo Arrieta.
Ya mataron a Pascual también al tuerto Donato y a Colás el bailador y al matrero Liberato.
A Espiridión mi asistente le mataron el caballo pero es diablo como pocos y ya se montó en un bayo.
Dos balazos en la espalda recibió Miguel Martínez pero él sigue galopiando agarrado de las crines.
Cuantos muchachos me faltan no miro a los más ladinos se quedaron bien clareados en veredas y caminos.
Corre corre caballito no detengas tu carrera que vienen los colorados subiendo aquella ladera.
Adela se ha desmayado se asustó con los balazos pero ni así se han soltado de mi cintura su brazos.
Por fin estamos a salvo ya nos protege la sierra ora sí Adelita chula deme la gloria en la tierra¡
Las sombras cubren el monte suben la sierra infinita y cobijan con su manto al general y a Adelita.
Los soldados se han dormido solo vela el centinela que recorre el campamento con recelo y con cautela.
Sale el sol y tocan Diana pasan lista de presentes y vuelven a ponerse en marcha aquel grupo de valientes.
Así se hizo soldadera la popular Adelita aquella mujer valiente trabajadora y bonita.
Siguiendo a Domingo Arrieta desafiaba a la metralla y animaba a los soldados con su ejemplo en la batalla.
La fama de sus hazañas se extendió por la nación y su nombre muy mexicano dio motivo a una canción.
Canción que cantamos todos y el pueblo todavía canta porque habla de nuestras luchas y de la patria que es santa.
Más tanto burló a la suerte tanto desafió a las balas que al peliar en Zacatecas la muerte cortó sus alas.
Vuela vuela palomita,vuela vuela sin cesar que mataron a Adelita y Arrieta la fue a enterrar.
Pronto pasaron los años triunfó al fin Don Venustiano y tuvo paz y justicia nuestro pueblo soberano.
Pero el general Arrieta no olvida nunca a Adelita y dicen que llora cuando se acuerda que era valiente y bonita.
Y dicen que allá en Durango cuando recorre la sierra llama a su fiel soldadera que lo acompaño en la guerra.
Más sólo responde el eco que rueda de cumbre en cumbre aumentando su tristeza doblando su pesadumbre.
Caminos de Tamazula veredas de Indé y de Topia ya se borraron las huellas de Adela, Arrieta y su tropa.
Un corrido es una historia que se cuenta de corrido y corre así el que lo canta sí ya lo tiene aprendido.
Yo lo compuse de prisa aunque soy un mal poeta pero es que nací en Durango y soy amigo de Arrieta.
El que quiera que lo cante el que guste que lo lea, que lo conocieran todos al hacerlo fue mi idea.
Vuela vuela palomita,dale este sobre a mi prieta y dile que lleva adentro el corrido que hice a Arrieta.
Archivo: Alfredo Arrieta Ortega.
24 de Julio.2017.
México.
Durango, Durango
Revolución Mexicana.
Completo.
Mientras que cruza la sierra al frente de su guerrilla en voz baja va diciendo el famosos cabecilla:
Me levanté con Madero y sigo a Don Venustiano para salvar a mi pueblo de oprobio porfiriano.
Soy nativo de Durango de la región de la sierra quiera que se haga justicia y se reparta la tierra.
Mis soldados son rancheros de Santiago y Tepehuanes de Canatlán y Canelas y son guenos como juanes.
Más que miro por el rumbo de aquella hermosa quebrada?
Es un grupo de pelones que nos tienden una emboscada.
Caminos de Tamazula verdas de Indé y de Topia como pajarean las mulas cuando ventean a la tropa.
El señor del tizonazo nos agarre confesados que a la hora de los balazos se corvean los más bragados
Hijos de la China Hilaria sobrinos de Don Porfirio.
Como me gustan ya muertos para prendérles un cirio.
El humo de las descargas lento sube por las lomas y el silbido de las balas va asustando a las palomas.
Los buitres en el picacho alzan su calva con roña y cuando pasa el combate bajan a comer carroña.
Fue sólo una escaramuza no tuve ninguna baja más lo pelones sí hallaron en la sierra su mortaja.
Sigamos pos adelante que ya me anda la impaciencia por ver a mi chata linda que es una flor de inocencia.
Ya se divisa un pueblito perdido allá en la llanura será Concepción de Indé?
Será San Buenaventura?
Métale espuela a los pencos y afiáncense las cananas que nos esperan los nuestros con repiques de campanas.
Salgan todos a la puerta aunque sea de mañanita que llego Domingo Arrieta a buscar a su Adelita.
Traigan al ciego del arpa, y al cojo del cornetín, y al sordo de Don Tiburcio que le dá duro al violín.
Y mientras tocan los maestros fusilen al boticario al juez y al viejo Don Chema por mula y por reaccionario.
Y al gachupín de la tienda sáquenle cinco mil pesos y sí no quere aflojarlos cuélguenlo de un pino de esos.
Toquen toquen pepenados, toquen toquen mi Adelita que ya vide en su ventana asomarse su carita.
Tiene los ojos muy negros la boca muy colorada las trenzas así de largas y la cintura delgada.
Es linda como una rosa y alegre como canción será mi fiel soldadera en esta revolución.
La quero muncho deveras, estoy chiflado por ella soy un gusano que sueña con el beso de una estrella¡
Que dice Adelita Chula se va conmigo a la sierra tendrá su casa en Durango cuando se acabe la guerra.
Los muchachos ya están pandos ya se les subió el tequila, sus risas y sus mentadas no dejan madre tranquila.
Se oye tropel de caballos y algunos tiros aislados, salgan todos de las casas que ahí viene los colorados.
Suba en ancas vida mía, y agárrese de la silla que vámos a ver sí matan esas balas de tortilla.
Nos tiene acorralados tenemos que abrirnos paso ora es cuando has de ayudarnos mi señor del tizonazo.
Abranse que lleva bala esbirros del pelón huerta, pos con su Adelita en ancas aquí va Domingo Arrieta.
Ya mataron a Pascual también al tuerto Donato y a Colás el bailador y al matrero Liberato.
A Espiridión mi asistente le mataron el caballo pero es diablo como pocos y ya se montó en un bayo.
Dos balazos en la espalda recibió Miguel Martínez pero él sigue galopiando agarrado de las crines.
Cuantos muchachos me faltan no miro a los más ladinos se quedaron bien clareados en veredas y caminos.
Corre corre caballito no detengas tu carrera que vienen los colorados subiendo aquella ladera.
Adela se ha desmayado se asustó con los balazos pero ni así se han soltado de mi cintura su brazos.
Por fin estamos a salvo ya nos protege la sierra ora sí Adelita chula deme la gloria en la tierra¡
Las sombras cubren el monte suben la sierra infinita y cobijan con su manto al general y a Adelita.
Los soldados se han dormido solo vela el centinela que recorre el campamento con recelo y con cautela.
Sale el sol y tocan Diana pasan lista de presentes y vuelven a ponerse en marcha aquel grupo de valientes.
Así se hizo soldadera la popular Adelita aquella mujer valiente trabajadora y bonita.
Siguiendo a Domingo Arrieta desafiaba a la metralla y animaba a los soldados con su ejemplo en la batalla.
La fama de sus hazañas se extendió por la nación y su nombre muy mexicano dio motivo a una canción.
Canción que cantamos todos y el pueblo todavía canta porque habla de nuestras luchas y de la patria que es santa.
Más tanto burló a la suerte tanto desafió a las balas que al peliar en Zacatecas la muerte cortó sus alas.
Vuela vuela palomita,vuela vuela sin cesar que mataron a Adelita y Arrieta la fue a enterrar.
Pronto pasaron los años triunfó al fin Don Venustiano y tuvo paz y justicia nuestro pueblo soberano.
Pero el general Arrieta no olvida nunca a Adelita y dicen que llora cuando se acuerda que era valiente y bonita.
Y dicen que allá en Durango cuando recorre la sierra llama a su fiel soldadera que lo acompaño en la guerra.
Más sólo responde el eco que rueda de cumbre en cumbre aumentando su tristeza doblando su pesadumbre.
Caminos de Tamazula veredas de Indé y de Topia ya se borraron las huellas de Adela, Arrieta y su tropa.
Un corrido es una historia que se cuenta de corrido y corre así el que lo canta sí ya lo tiene aprendido.
Yo lo compuse de prisa aunque soy un mal poeta pero es que nací en Durango y soy amigo de Arrieta.
El que quiera que lo cante el que guste que lo lea, que lo conocieran todos al hacerlo fue mi idea.
Vuela vuela palomita,dale este sobre a mi prieta y dile que lleva adentro el corrido que hice a Arrieta.
Archivo: Alfredo Arrieta Ortega.
24 de Julio.2017.
México.
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