AÑOS 60
AÑOS 60.
Debo estar dormido , y si esto fuera del todo cierto , no sé qué carajos hago aquí. Los años sesenta no representan nada para mí . A no ser que de los pocos recuerdos que guardo en la memoria , fue cuando una vez pasé por el sur de la ciudad de México . Iba en un camión que cuando lo abordé decía que se dirigía Al Ajusco . Este es un cerro que puedes observar allá a lo lejos siempre y cuando los horizontes limpios lo permitan .
También busco en esas imágenes imprecisas a unos albañiles que colocaban unas ruedas de cemento que también decían : México 68 . Todo eso ya no existe , se escapó quién sabe a dónde . La gentes de esos años ahora son otros .
De momento te puedo platicar que estoy en esos años y envuelto en una cobija , como esas que se ponía Calzontin el de los cuentos de Rius . La verdad es que tengo un poco de frío y aunque tú no lo creas hasta en los mares del sueño el pinche inclemente nos azota .
Estoy como te dije envuelto en una cobija , las puntas se le deshilachan y una mujer que se llama Penélope parece que es mi esposa . Ella tiene unos grandes ojos de color negro , su pelo también es negro . Porta un vestido de color oscuro y como blusa lleva una que compró en las baratas de enero . En el cuello puedo percibir un collar que nada debe de valer.
Penélope me llama , usa un dedo y me hace así , lo jala para sí y en su mirada descubro que quiere que me la fornique . Yo ya estoy pasado de años y a mis casi sesenta y cinco pués no debe de esperar maravillas , además me encuentro en la modorra del sueño profundo . Penélope se coloca en la posición del perro y pretende que la pille por detrás , las pastillas de viagra las dejé olvidadas en la realidad, asi que no tengo ni siquiera una erección decente . Penélope se enfurece y busca con la mirada a unos que están tocando música de la República Dominicana . Elige al que se ve más fortachón y comienzan a bailar. Yo en mi estado de sueño pendejo sólo me concreto a ver como el musiquete la toma de la cintura y al ritmo de un merengue le baja los calzones y sin más comienza a darle para sus tunas.
Es entonces cuando me entran los corajes y no se debe olvidar nunca uno es católico , hijo de sus papás y sobre todo un macho mexicano . Luego entonces me quité la cobija , y a los dos les enseñé la verga . Ellos, todos ellos comenzaron a reír . De qué se rien les pregunté . Estos putos negros serán muy sácale punta . A Penélope la amenace con quitarle a mis siete hijos , la muy hijaeputa seguía risa y risa . Tampoco te daré dinero . Ella mostraba una cara que no le había visto nunca , estaba transformada en una auténtica piruja . El dominicano lanzó amenzas a su estilo , mientras que con una mano tocaba su trompeta . Esa , la trompeta te la puedes meter en donde te haga remolino el cuero . El negro intentó lanzarse sobre mi , pero la maldición azteca ya estaba concretada ; Toda aquella esposa que que le sea infiel al marido , al momento de coger, no podrán despegarse ni ella ni él . Así que cuando el negrito cucurumbé lo quiso hacer estaba pegado a mi esposa como si fueran dos perros . Yo por supuesto hice público el hecho , subí el video a Youtube para que todos vieran a los pecoros y si alguno de los dos conservaban un gramo de decencia tendrían que salir a la calle desde ese momento cubiertos con unas máscaras así de grandes .
Original de Alfredo Arrieta.
Para el pueblodetierra.
MEXICO.
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