RUBEN LENA
CD "Ruben Lena, de sueños nada más" por varios intérpretes.
Desde la raíz del pueblo y a cantar
Acaba de aparecer "Ruben Lena ... de sueños, nada más", un compacto con canciones del poeta olimareño por once intérpretes, incluido él mismo. Se trata del primer volumen de una recopilación que Lena preparaba en vida.
Jaime Secco
Rosendo Vega, Los Olimareños, Santiago Chalar, Los Hacheros, Larbanois-Carrero, Omar Romano y Los del Altillo, Aníbal López, Cerno, La Tribu de los Soarez de Lima y el propio Lena interpretando una canción y recitando otra están presentes en este disco de Orfeo, editado con apoyo de la familia. Lo acompaña un librillo de 50 páginas con una biografía por su viuda, letras de las canciones, textos explicativos y fotos.
Según la memoria de Oribe Magariño, que puso la música, "La uñera", primera canción de Lena, fue ejecutada por primera vez el 29 de agosto de 1952.
Lena, nacido en 1925, había estudiado bachillerato de notariado antes de decidirse por el magisterio, quería ir a una escuela rural.
"Cuando me encontré, por mi trabajo de maestro, en un ambiente totalmente rural, conocí a un hombre que cantaba unas cosas que desde el punto de vista del texto no tenían gran importancia, sí la tenían en cuanto al estilo de cantar y de tocar la guitarra, que resucitaba de algún modo la tradición antigua", declaró en 1983.
"Era conocido como el 'Indio' Baladán y cantaba vidalitas, milongas de 'degollaos', de peleas y facones --recuerda--. El nunca se dijo autor de nada, pero los desarrollos musicales que hacía me daban mucho que pensar. Aquello no tenía absolutamente nada que ver con lo que había en aquel tiempo, le hablo de fines de la década del 40, estábamos dominados por la música folclórica argentina. Era como si adentro de aquellos valles y aquellas sierras, eso, hubiera existido anteriormente y estuviera haciendo fuerza para reaparecer".
Este recuerdo ubica a Lena. Nuestros poetas nativista del centenario --Fernán silva Valdéz, etc.-- cantaron a los paisajes, los pájaros y ríos. Una corriente posterior, un "ala izquierda", hizo entrar al hombre --Serafín J. García, más tarde Osiris Rodríguez Castillo, poeta antes que cantor--. Pero en materia de canción folclórica, a medida que avanzaba el siglo más identificados estábamos con el folclore argentino tipo Los Chalchaleros, de bombo y hasta charango. "La Uñera" es una zamba. Pero ya "A don José", preparada para la escuela y que buscaba bajar un poco al héroe del pedestal, es una milonga. "Y, ¿por qué una milonga? Porque la milonga está viva en la sensibilidad del pueblo", explica.
Lena recibió una guitarra a los nueve años, pero cuenta su viuda que un mal docente le sacó las ganas en "tan sólo 10 minutos". Sin embargo en una buena etapa su mayor preocupación y aporte es la música. "Nunca me sentí poeta ni escritor. Y no lo digo de coqueto. Lo digo porque es así, porque siempre en el fondo está la música", declaró otra vez.
"La palabra es el único elemento con el cual yo puedo construir una cosa que se llama poesía. No es con silencios, no es con inflexiones de la voz, es exclusivamente con la palabra, una tras otra. Eso es así, pero para mí la palabra está siempre unida a la música, a pesar de que yo no sea un cantor ni nada. La palabra, una melodía, un ritmo, siempre algo suena en mi cabeza", explica. "Yo soy un creador de canciones, esa es la verdad".
Entrados ya los 60, una nueva generación de músicos quiso volver a lo oriental. Viglietti desde la música culta, Zitarrosa, El Sabalero, Los Olimareños. Y, precisamente, Pepe Guerra y Braulio López estaban influidos por las ideas de su coterráneo y cantaron temas de "Rubito" Lena.
Temas con un trabajo de pulido, con una exigencia, poco frecuente en la música popular. "No sé si era su canto/ no sé si era la rama en flor,/ el sol muriente, la tarde triste,/ el aire en sombras... o si era yo". Estúdiese el trabajo con las vocales
O: "Y ahora ya pasó, tiempo lejano/ te fuiste para no volver jamás/ pero si oyes mi canto enomorado/ te verás, niña, moña y delantal// Tú no me ves,/ pero te estoy mirando/ ...". O: "Si me pierdo mala suerte/ la noche tendrá razón". O: "Cada vez que miro verde/ se vuelve verde el mirar/ mis ojos saben de verde/ porque son del Uruguay". O: "Mañanita no te apures/ que el silencio está quietito/ y en las puntas de los pastos/ está dormido el rocío".
Por esta combinación, Lena se convirtió en autor de algunas de las canciones más populares del último medio siglo. El disco, entre sus 16 canciones, incluye "A don José", "Isla Patrulla" (Mire que son pagos lindos...), "Al paco Bilbao" (Venimos desde el pueblo...).
"Y en este terreno concreto de las canciones, una canción debe resistir tanto y tanto --dijo--. Si resiste y queda, es el único patrón, o la única medida posible".
Ruben Lena falleció el 28 de octubre de 1995. La democracia lo había repuesto en Primaria como asesor de la Inspección de Música, donde trabajó en un cancionero de Víctor Lima. En sus últimos años, llegó a componer un par de tangos
Este cronista no conoció personalmente al maestro, pero igual quiere terminar con una referencia personal, porque muestra la "resistencia" de una canción.
En octubre de 1976 me llevaron, de un centro clandestino de torturas ubicado en Lezica, a la Dirección de Inteligencia en Maldonado y Paraguay. A las 9 de la mañana siguiente me despertó un coro entonando "A don José".
La canción estaba prohibida en las radios; Los Olimareños, exiliados. Pero todas las mañanas, hasta que me llevaron al juez que me procesó, a las 9 me despertaba el coro de nuestra policía secreta gritando: "¡Si la patria me llama/ aquí estoy yo!/ Con libertad no ofendo ni temo".
Lo realmente maravilloso. Un mes después Lena fue expulsado de Primaria y obligado a jubilarse. Pero seguía sonando.
Comentarios