EL MISMO SUEÑO
EL MISMO SUEÑO
Foto : Brassai.
No sé bien a bien cual deba ser la razón por la que el hombre deba andar siempre los mismos caminos . Puede ser posible que exista alguna ley divina que indique esto . O también deba ser la resultante de que tenemos que vivir siempre las mismas situaciones . ¿ Será que en verdad debemos de vivir varias vidas?.
En estos momentos de la modorra y los ojos rojos , me encuentro por los caminos oscuros del sueño . Miro a un demonio que lleva máscara negra y sangra abundantemente de la boca .
Sé que es un demonio porque ayer casualmente lo ví en una película de Takeshi . Ahí decían que el odio no es más que el alma del diablo , y es el sueño , y es el odio que lleva consigo la humanidad completa .
Me miro en una de esas calles sórdidas de cualquier lugar , hay neblina y los seres pasan entre sí , cruzándose sin verse , llevan ropas de todos los tonos , pero el negro es el color que más predomina . Unos portan aretes en los labios , otros dijes y fierros en los senos .
Por aquél lado cruzan cientos de pájaros que se posan en los espinales.
No tengo miedo alguno , pero me arrimo despacio , advirtiendo los peligros posibles .
Ya he padecido las experiencias , y por ahora no tengo temblor a nada , he vivido inviernos crudos , he cruzado por las crueldades de los perversos .
He sufrido toda clase de agravios , pero soy capaz de reponerme de inmediato , y en caso de no ser así , tomo mi guitarra y en extraños sonidos guturales entono una canción japonesa que me dice las líneas del horror que estoy soñando .
Una mujer de amplias nalgas , y bella cara , se hace acompañar por un viejito que parece español , la mujer comienza a hablar conmigo y yo la miro , le explico las traducciones de ciertas palabras , ella me mira complacida y comienza a hablar en alemán , su boca es roja y cada vez que me habla yo la imagino mamándome el pene ,después la dama y el anciano se alejan por las calles de Libinitz . La miro alejarse con su vestido azul y bolas negras . Su delineado culo es atractivo a mis ojos …
Es el otoño de estos tiempos , camino por los pedregales , decepcionado por el hambre y por no poder resolver los problemas . Todo es ruindad y patraña , se viven las amarguras bajo la lengua , ya no hay sol posible , todos andábamos bebidos de alcohol , esclavos de la borrachera .
En esa calle hay una inundación , agua que se escapa por todos los lados , hay también un gran chorro que se eleva más de veinte metros . Lo miro de abajo hacia arriba y atrás de mí se aparecen unos leones , se acercan rápidamente como dicendo ahí está mi comida , los veo y corro hacia el chorro de agua que con el solo pensamiento mío se congela y me sirve de tubo, arriba y arriba , trepo sin resbalarme , los felinos intentan atraparme hasta que alguno me da un zarpazo que rasga mi pierna , la sangre para ellos es maravilla.
Al llegar a la punta intento pararme y lo logro , alzo las manos al cielo y emprendo un viaje astral al infinito . Voy a lo negro y miro flores , y niñas de Japón con la cabeza cercenada , de su cuello salen múltiples mariposas….
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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