CAMION FUNEBRE, LADRON DE TARJETA, BOLSA VERDE CON 200 KILOS DE MONEDAS, COMICO, TRASVESTIS.























Intento dar un rodeo por estas montañas de arena. Por más que le pienso no hay manera. La única forma posibles es que suba y cuide de no  enterrarme solo.

No son montañas enormes, son más bien pequeñas montañas  de arena que dejan  los camiones de volteo.

Hundo mis pies y camino como puedo. Después de esta hazaña bajo por una vereda. Miro  hacia el fondo. Tengo que esperar un camión. Pasa más de una hora, los pies me duelen pero no tengo otra. No cabe duda, en la realidad el transporte público es una calamidad pero en los sueños pá que te digo.

Por allá veo una luz. No es de noche todavía, más bien es un anochecer, se pueden ver palomitas negras y ya comienza a escucharse el canto de los grillos .



Llega un camión pintado de negro. El camión está bien limpio. No es un transporte público, es un camión que sirve para llevar a las personas  al panteón. Se detiene justo enfrente de mí. El chofer un hombre robusto de manos gordas me pregunta que sí quiero subir.
 Le miro como escudriñando, después le respondo que prefiero esperar el autobús normal. ¿Y este  camión que tiene de anormal?. Bueno nada pero es que es un camión fúnebre. Pero te podemos dejar a donde tú vayas.
Resuelto el conflicto me subo. El camión no va tan lleno. Puedo ver a muchas personas que ya han muerto. Caras conocidas. Ellos van alegres. Me miran y parece que les dá gusto el verme entre ellos. Extiendo mi mano y les saludo.

 El chofer mira por el espejo y me dice que no pierda el tiempo con ellos. Ellos ya están muertos.

 Solo se materializan  porque quisieran volver. Pero eso es imposible ya.
Veo un sitio conocido. Me levanto. Le digo al señor que se detenga. Así lo hace. Para y me bajo dándole las gracias….


Al partir puedo ver las caras de los muertos que se pegan a las ventanas. Otros se despiden de mí  moviendo sus manos..


Ahora voy por una calle. Hay muchas personas que van y vienen. Al dar la vuelta Por Flores Magón veo que hay tres patrullas y policías.. Están señalando a un hombre delgado y bigotón. Le piden que entregue la tarjeta que se robó. El hombre les dice que él no robó nada. En esas anda cuando el hombre flaco se le cae de la bolsa la dichosa tarjeta. Los policías se agachan para recogerla pero el flaco es más rápido. La toma  de nuevo , la rompe y se la come.


Salgo de  este sueño. Ahora voy llegando a una  casa en ruinas, habitadas por personas descuidadas con los rostros mugrientos.



Tengo una bolsa de color verde. La bolsa está llena de morralla son como 200 kilos de  monedas. Tengo que atar la bolsa después llevarla a un banco.

El problema se presenta cuando no tengo con qué amarrarla.

Sé que hay muchas personas dispuestas  a robarse las monedas. Pero tampoco me voy a lanzar a conseguir un mecate y llevar en la espalda  tanto peso. El doctor me recomendó que no cargara cosas u objetos pesados.


Dice la fría que ya la tengo cansada con esta cantaleta del doctor. Pero es verdad el doctor me recomendó esto.


También me recuerda que cada vez que paso por la calle de Sinaloa le digo que en ese edificio había una muchacha de la UNAM que organizaba fiestas. Yo fui aquella noche de  1975 porque decían que la mujer después de que se tomaba tres alcoholes  le daba por acariciarte y mostrarte las tetas. Y finalmente acababas cogiéndotela.

Decido dejar la bolsa. Bajo por las escaleras. Cuanta 
suciedad..

Nadie es capaz de darle una lavadita.

Llego a una tlapalería. Le pido cuatro metros de mecate. El hombre me dice que solo tiene cuatro metros pero de reata. Pienso que este me quiere alburear. No le tomo interés a su juego de palabras. Le pago y agarro el mecate.

De regreso me vengo a enterar que la bolsa con las monedas desapareció. Como sé que este cuchitril no tiene cámaras que pudieran haber grabado el hecho me dispongo a preguntar.


Una mujer  de bigotes me dice en voz baja que abajo en la puerta con el círculo pintado vive uno que se dedica a robar.

No espero más y bajo. Una vez enfrente de la puerta toco. Espero unos segundos. Abre un tipo en camiseta y despeinado. Le pregunto que sí no ha visto una bolsa verde con muchas monedas. El hombre alza los hombros y me dice que no. Como no le creo lo aviento y me pongo a buscar en todas las partes posibles. El hombre me dice que él no tiene nada. Sigo buscando.


Debajo de la cama descubro la bolsa. El hombre corre. Yo dejo la bolsa y saco un cuchillo que llevo para aquello de no te entumas. Se lo aviento dirigido a la espalda. Acierto y el hombre cae.

Regreso, recojo la bolsa y me voy. No sin antes sacarle el cuchillo de su espalda..


Me encuentro sentado en una banca de madera. Un cómico se acerca y mueve su cuerpo, se contorsiona, me dice que es Cantinflas. ¿Y eso a mí que carajos me importa?. No te enojes chato, agarra y se va..

Casi al amanecer voy al mercado. Estoy comiendo en una de esas cocinas que hay en los mercados. Difícil es encontrar una en donde la señora guise sabroso. Parece  que este es el lugar.

Necesito conseguir unas cosas. Así que me levanto. Al salir del mercado noto que me siguen dos homosexuales. Ellos van con los rostros pintados y largas pestañas. Además de que van vestidos como mujeres. Les pregunto porque me siguen. Ellos se miran y dicen que porque les agrado.

Les digo que más les va  a gustar cuando le marque a la policía y les diga que me están siguiendo. Acto seguido sacó mi teléfono. Los individuos me gritan que no quieren tener problemas con la policía. Se van corriendo….




Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
16 de julio de 2013.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.




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