TRES MUERTOS Y MARTIN
TRES MUERTOS Y MARTIN.
Considerando que ya llevó más de siete años de vacaciones le dije a Martín que ya era suficiente que mis hijos si los hubo ya deben de estar grandes. Yo salí una tarde de mi casa, le dije a mi esposa que iba por unos libros y va ve usted Martín siete largos años que no sé de ellos ya deben de creer que estoy muerto. Y que le preocupa me dijo Martín, en la realidad ya no pasa nada de interés. Es lo mismo solamente que les van cambiando los personajes, pero es lo mismo.
¿ Quiere decir atole con el dedo Martín? Exactamente.
Y no vaya usted a creer que no tiene razón, en este mundo solo priva la maldad. Acabo de ver justamente que el gobierno de México atrapó a un malandro que él solito mandó matar a mil quinientas personas.
Y qué me dice del noruego, tan fino, tan educado y tan criminal.
Bueno Martín tengo que irme y le extendí la mano. Nos encontrábamos en una casa en construcción, incluso se podían ver los tabiques de hormigón que todavía no habían recibido yeso.
Martín cruzo entre las paredes, se diluyó pasando fácilmente. Y ahora este me dije?. Intenté seguirle y al llegar a la pared que me pongo un buen golpe en la mera frente. Martín se reía y me llamaba, luego me dijo que Don José ya estaba por cerrar una puerta y así lo hacía, jalaba unas como trancas y cerraba la puerta.
Levanté una de las piernas para meterme entre el rectángulo de lo que sería una ventana. Martín ya no estaba. Al intentar llegar a la puerta de entrada, descubrí en un camastro a tres hombres. El primero era un espectro descarnado que se encontraba echado en su cama . El segundo era un hombre fornido que llevaba una camiseta azul con la imagen de un tiburón. El tercero era invisible.
El descarnado se levantó e intentó detenerme. Le expliqué que debería salir para llegar a mi casa. Este señor sonreía, decía que era un capricho solamente y me instaba a que me recostara sobre sus cobijas. Como yo no soy tonto supe de primera mano que este ramilletes de extraños eran violadores. Los tres estaban muertos. El sin carne me arrojó y caí de espaldas. Este me sujetó de las piernas con esa manos huesudas de las que se desprendían pedazos de carne magra con sangre negra.
El segundo,es decir el que hacía ejercicio era el más atrevido y me dijo que no me iba a doler. Así que intenté de todo con tal de no volverme maricón.
Creo yo que este sueño en donde intentan arrimarme la ñonga se debió a que el sábado miré una comedia de David Carradaine en donde él adiestra al pequeño saltamontes que lo llevarán a un presidio y le dice David que ahí se la dejarán caer.
¿Pero a mí ?.Yi yo no soy joto, ni ostento cargo público. Ya ve usted que entre los artistas y los políticos pá encontrar un hombrecito o una mujer pués le cuelga.
Por un momento pensé que no me podría escapar debido a la fuerza que estos muertos perversos efectuaban en contra mía. Hasta que se me ocurrió decirles que tenía sida.
El que hacía ejercio me preguntó que era eso?.Así que tuve tiempo de decirle que era una enfermedad que en un principio la traían los changos de Africa y que se fue extendiendo a los simios y posteriomente se trasladó a los maricas. Es una enfermedad infecto contagiosa le dije adicionando mi charla con todos los datos posibles para que les provocara horror.
Los tres muertos cambiaron la expresión, porque eran muertos no pendejos. Me pidieron a manera de consuelo que solamente me masturbara. Eso no es problema les dije al sentirme salvado. Y comencé a frotarme la reata de arriba para abajo enfrente de las miradas decepcionadas de los difuntitos. Al cabo de unos minutos pude eyacular. El descarnado acercó su cara para que le bañara con mis chorros rápidos.
Logré salir y comencé a caminar. Miré una puerta y abrí. Una mujer cambiada, con el rostro diferente me dijo que si era yo. Por supuesto. ¿ Y en donde andabas me preguntó?.
Andaba con Martín y al intentar regresar contigo me agarraron unos muertos que me querían violar. Y todo esto te llevó siete años?.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetioerra.
Nec spe, nec metu.
2 de Agosto de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
Considerando que ya llevó más de siete años de vacaciones le dije a Martín que ya era suficiente que mis hijos si los hubo ya deben de estar grandes. Yo salí una tarde de mi casa, le dije a mi esposa que iba por unos libros y va ve usted Martín siete largos años que no sé de ellos ya deben de creer que estoy muerto. Y que le preocupa me dijo Martín, en la realidad ya no pasa nada de interés. Es lo mismo solamente que les van cambiando los personajes, pero es lo mismo.
¿ Quiere decir atole con el dedo Martín? Exactamente.
Y no vaya usted a creer que no tiene razón, en este mundo solo priva la maldad. Acabo de ver justamente que el gobierno de México atrapó a un malandro que él solito mandó matar a mil quinientas personas.
Y qué me dice del noruego, tan fino, tan educado y tan criminal.
Bueno Martín tengo que irme y le extendí la mano. Nos encontrábamos en una casa en construcción, incluso se podían ver los tabiques de hormigón que todavía no habían recibido yeso.
Martín cruzo entre las paredes, se diluyó pasando fácilmente. Y ahora este me dije?. Intenté seguirle y al llegar a la pared que me pongo un buen golpe en la mera frente. Martín se reía y me llamaba, luego me dijo que Don José ya estaba por cerrar una puerta y así lo hacía, jalaba unas como trancas y cerraba la puerta.
Levanté una de las piernas para meterme entre el rectángulo de lo que sería una ventana. Martín ya no estaba. Al intentar llegar a la puerta de entrada, descubrí en un camastro a tres hombres. El primero era un espectro descarnado que se encontraba echado en su cama . El segundo era un hombre fornido que llevaba una camiseta azul con la imagen de un tiburón. El tercero era invisible.
El descarnado se levantó e intentó detenerme. Le expliqué que debería salir para llegar a mi casa. Este señor sonreía, decía que era un capricho solamente y me instaba a que me recostara sobre sus cobijas. Como yo no soy tonto supe de primera mano que este ramilletes de extraños eran violadores. Los tres estaban muertos. El sin carne me arrojó y caí de espaldas. Este me sujetó de las piernas con esa manos huesudas de las que se desprendían pedazos de carne magra con sangre negra.
El segundo,es decir el que hacía ejercicio era el más atrevido y me dijo que no me iba a doler. Así que intenté de todo con tal de no volverme maricón.
Creo yo que este sueño en donde intentan arrimarme la ñonga se debió a que el sábado miré una comedia de David Carradaine en donde él adiestra al pequeño saltamontes que lo llevarán a un presidio y le dice David que ahí se la dejarán caer.
¿Pero a mí ?.Yi yo no soy joto, ni ostento cargo público. Ya ve usted que entre los artistas y los políticos pá encontrar un hombrecito o una mujer pués le cuelga.
Por un momento pensé que no me podría escapar debido a la fuerza que estos muertos perversos efectuaban en contra mía. Hasta que se me ocurrió decirles que tenía sida.
El que hacía ejercio me preguntó que era eso?.Así que tuve tiempo de decirle que era una enfermedad que en un principio la traían los changos de Africa y que se fue extendiendo a los simios y posteriomente se trasladó a los maricas. Es una enfermedad infecto contagiosa le dije adicionando mi charla con todos los datos posibles para que les provocara horror.
Los tres muertos cambiaron la expresión, porque eran muertos no pendejos. Me pidieron a manera de consuelo que solamente me masturbara. Eso no es problema les dije al sentirme salvado. Y comencé a frotarme la reata de arriba para abajo enfrente de las miradas decepcionadas de los difuntitos. Al cabo de unos minutos pude eyacular. El descarnado acercó su cara para que le bañara con mis chorros rápidos.
Logré salir y comencé a caminar. Miré una puerta y abrí. Una mujer cambiada, con el rostro diferente me dijo que si era yo. Por supuesto. ¿ Y en donde andabas me preguntó?.
Andaba con Martín y al intentar regresar contigo me agarraron unos muertos que me querían violar. Y todo esto te llevó siete años?.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetioerra.
Nec spe, nec metu.
2 de Agosto de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
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