JUAREZ, EDIFICIO DE MADERA EN PUEBLA.
JUAREZ, EDIFICIO DE MADERA EN PUEBLA.
Pasa un pájaro en vuelo rasante. Le miro y solo alcanzó a ver sus plumas amarillas que se pierden directo al rojo sol. Dirijo mis pasos por esa calle empinada. Una mujer de pantalón corto, trenzas negras y ojos del mismo tono me dice señalando con su dedo que abajo está Ciudad Juárez. Extrañamente está región en este sueño se esparce por unas lomas, en la realidad no es verdad.
Le digo a la mujer que intento salir de esta zona y ella me dice que a menos que tenga alas como el pájaro que acaba de ver no encuentra la manera.
Le explico que sé de una salida. Primero tengo que acudir a una casa en donde habita una mujer que dicen es bruja. A mí no me asusta este acertijo y decido acudir con tal de salir a respirar aire de verdad. Al bajar me encuentro que en de las casas salen sonidos de cumbias colombianas, escuchó claramente los acordeones del diablo, los cantos contenidos de algún músico negro en donde expresan sus deseos. También escucho tambores y sonsonetes que incitan a que las personas bailen. Paso además por una casa sin puerta en donde hay un grupo de criminales, se inyectan y hablan tonterías.
Busco un número y quién busca , pués encuentra. Me abre una la que se dice que es bruja, la puerta va cediendo y rechina y se atora. Finalmente abre. Se me queda viendo como preguntado qué chingados quiero. Le digo con palabras regionales que soy un bato loco que ya se cansó del infierno y quiero salir.
Ah.¡. Mire mijo, usted lo que tiene que hacer es el intento de abrir esta ventana. Quien sabe si se esfuerza.
Miré la cavidad y consideré que mi cuerpo no cabría por más que intentara escabullirme. La bruja me entregó un martillo que le dicen mazo. Me invitó con los ojos a que golpeara la ventana.
Como yo estaba interesado comencé a darle golpes. Primero ví como los pedazos de madera sucumbían ante mis esfuerzos. Luego usé las manos y comencé a arrancar las bisagras. Al cabo de una media hora la ventana estaba tirada en el suelo. Le dije a la mujer que me marchaba y ella me contestó que todavía me faltaba quitar las cucarachas que salían de los muros. Le dije que no me importaba y comencé a introducirme. No pude evitar un cierto asco al saber que por mi camisa pasaban los horrendos insectos….
Ya en libertad, enfile´al estado mexicano de Puebla. Alcé mis las como el pájaro amarillo y en sueño astral caí en la tierra de los camotes.
En una calle trasversal, un hombre realizaba faenas de limpieza y una señorita entregaba boletos para entrar a un edificio de madera. Me llamó Chabela me dijo. Compré uno en 40 pesos. El lugar era de madera, Desde las paredes, los techos, incluso hasta los mingitorios, nada faltaba.
Subí hasta el piso cinco. Había una ventana esta vez más amplia que la de Juárez. Coloqué mis brazos y lo primero que me tope fue una jacaranda hermosa. Luego mi oído volvió a escuchar los tambores nuevamente el acordeón.
Decia la canción que la llorona lloraba cuando se moría un primo o cuando la tierra se encontraba seca. Luego unos negros cantaban. Si la llorona llora dejála que llore…..
Yo no quiero morir , sí dicen que yo muero entónces pa que nací…..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
01 de abril de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
Pasa un pájaro en vuelo rasante. Le miro y solo alcanzó a ver sus plumas amarillas que se pierden directo al rojo sol. Dirijo mis pasos por esa calle empinada. Una mujer de pantalón corto, trenzas negras y ojos del mismo tono me dice señalando con su dedo que abajo está Ciudad Juárez. Extrañamente está región en este sueño se esparce por unas lomas, en la realidad no es verdad.
Le digo a la mujer que intento salir de esta zona y ella me dice que a menos que tenga alas como el pájaro que acaba de ver no encuentra la manera.
Le explico que sé de una salida. Primero tengo que acudir a una casa en donde habita una mujer que dicen es bruja. A mí no me asusta este acertijo y decido acudir con tal de salir a respirar aire de verdad. Al bajar me encuentro que en de las casas salen sonidos de cumbias colombianas, escuchó claramente los acordeones del diablo, los cantos contenidos de algún músico negro en donde expresan sus deseos. También escucho tambores y sonsonetes que incitan a que las personas bailen. Paso además por una casa sin puerta en donde hay un grupo de criminales, se inyectan y hablan tonterías.
Busco un número y quién busca , pués encuentra. Me abre una la que se dice que es bruja, la puerta va cediendo y rechina y se atora. Finalmente abre. Se me queda viendo como preguntado qué chingados quiero. Le digo con palabras regionales que soy un bato loco que ya se cansó del infierno y quiero salir.
Ah.¡. Mire mijo, usted lo que tiene que hacer es el intento de abrir esta ventana. Quien sabe si se esfuerza.
Miré la cavidad y consideré que mi cuerpo no cabría por más que intentara escabullirme. La bruja me entregó un martillo que le dicen mazo. Me invitó con los ojos a que golpeara la ventana.
Como yo estaba interesado comencé a darle golpes. Primero ví como los pedazos de madera sucumbían ante mis esfuerzos. Luego usé las manos y comencé a arrancar las bisagras. Al cabo de una media hora la ventana estaba tirada en el suelo. Le dije a la mujer que me marchaba y ella me contestó que todavía me faltaba quitar las cucarachas que salían de los muros. Le dije que no me importaba y comencé a introducirme. No pude evitar un cierto asco al saber que por mi camisa pasaban los horrendos insectos….
Ya en libertad, enfile´al estado mexicano de Puebla. Alcé mis las como el pájaro amarillo y en sueño astral caí en la tierra de los camotes.
En una calle trasversal, un hombre realizaba faenas de limpieza y una señorita entregaba boletos para entrar a un edificio de madera. Me llamó Chabela me dijo. Compré uno en 40 pesos. El lugar era de madera, Desde las paredes, los techos, incluso hasta los mingitorios, nada faltaba.
Subí hasta el piso cinco. Había una ventana esta vez más amplia que la de Juárez. Coloqué mis brazos y lo primero que me tope fue una jacaranda hermosa. Luego mi oído volvió a escuchar los tambores nuevamente el acordeón.
Decia la canción que la llorona lloraba cuando se moría un primo o cuando la tierra se encontraba seca. Luego unos negros cantaban. Si la llorona llora dejála que llore…..
Yo no quiero morir , sí dicen que yo muero entónces pa que nací…..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
01 de abril de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
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