INDIGENTE IMPORTANTE, ESCUELA PRIVADA.








INDIGENTE IMPORTANTE, ESCUELA PRIVADA.








Este hombre señor que usted mira caminando por la banqueta, alguna vez en su vida fue un hombre importante. Si usted hubiera sido su historiador no cabría de asombro. Porque este pudo lograr lo que muchos hubieran querido. Desde sus comienzos se notó su capacidad para la composición, se sometía a un trabajo intenso y él mismo decía que nada se daba por osmosis. Tuvo la oportunidad de ganar mucho dinero, de vivir como un pequeño burgués, incluso las mejores nalgas de la época se le lanzaban por el solo hecho de ser él. En el mundo por completo se le conoció , grabó más de 700 canciones que si usted quisiera someterlas a cualquier análisis podría comprobar que eran y son magníficas. Los mejores escenarios de América Latina, de Europa y otros lugares distantes fueron los testigos de su éxito. Pero como todo tiene su término y su sin razón las gentes decidieron retirarle su apoyo, y por lo tanto el dinero se fue acabando. Los amigos que anteriormente se decían le fueron retirando el habla hasta que se quedó sólo, con los recuerdo de su mente y un regusto amargo que le acompaña desde hace tiempo.



En un armario de su cuarto tiene muchos recortes periodísticos de cuando fue importante. Ahí esta, con la sonrisa triunfadora, las gentes aplaudiendo y sintiéndose plenas. El gato le mira y no entiende los triunfos de nadie.


Este señor ahora vive en la calle, tiene una barba larga, blanca que termina en un descuido. El pelo hirsuto, incluso alguna vez le llevaron un tipo especial de shampú que le trajeron de Francia. Ya se percibía que con el tiempo tendría una corona calva en la parte trasera de su nuca.


Sus manos ya no son aquellas tersas por las que la mujeres se dejaban tocar, sus dedos largos inclusive perdieron sensación. Ahora se le ve cansado justamente como el tema de alguna de sus canciones. Por las mañanas espera a que el sol pegue de lleno y se recuesta en ese hueco en la banqueta arropando con su brazo al Leviatán que parece tienen las misma edad y el mismo estado de abandono.


Cuando dan las dos en punto se levanta, le da indicaciones al gato para que lo espere y sale a deambular por las calles de nadie y con la esperanza de conseguir cuando menos un bocado para él y el cat.


Se cansa rápido y no es para menos a sus sesenta y 8 años cualquiera sufre los estragos del tiempo..



Dentro de uno de sus bolsillos lleva un recuerdo que alguna de sus admiradoras le entregó alguna vez en Buenos Aires; un libro de poemas de un poeta local. Con alguna regularidad toma el viejo volumen de Astral y lo lee y lo reele con la paciencia de un santo, amén de que lo que sobra es tiempo.



Cuando cae la tarde y comienza el enfriamiento del mundo el hombre llega a un portón que siempre está abierto. La dueña le permite vivir en un cuartito de dos metros. Claro que para tener este privilegio le tiene que pagar. Lo que no se sabe es cómo cada vez que la señora le cobra, este sin chistar saca una cartera vieja y extrae billetes para pagarle. La dama no sabe que en un monte de basura se los encontró y que además son falsos.


Debido al nivel de ignorancia que priva en esa zona y en el país completo cuando la mujer paga alguna cosa , los demás le aceptan el efectivo ya ve usted que el dinero siempre abre las puertas.


Momentáneamente se olvida del importante y pasa a otro estado de sueño:


Lleva usted entre las manos e intentando que no se le caigan un tambache de ropa que se acaba de descolgar del tendedero. Hay desde camisas , algunos pantalones, servilletas de trapos , bragas de uso diario , sujetadores gastados . Camina por una calle de su populoso rumbo . Enfrente hay una estación judicial por donde intenta penetrar un diputado con porte de gente corrientita y esto lo sabe porque lo ha podido ver en la Cámara hablar y la verdad da pena ajena el saber que estos pelafustanes son los representantes populares. Vive Dios.



Al lado de esa estación se encuentra una escuela superior que tiene un letrero de que es privada. Penetra con la intención de dar cierta información para las generaciones futuras. Una muchacha vestida de blanco se acerca y le saluda con familiaridad. Dice conocerle. Usted se queda con la seguridad de que no le ha visto nunca, sin embargo tiene una cara que le parece conocida. Le pregunta si ella es hermana de Juan Daniel Gutierrez Flott. Ella mueve su cabeza negativamente e insiste que si es conocida.



Posteriormente entra otra chica que le invita a tomar la clase siguiente. Las dos se despiden . Al verse solo decide subir por una escalera. Pasa por una oficina en donde una mujer se encuentra sentada revisando una papelería. A usted se le caen unos calzones que al tocar el piso se convierten en papel. La mujer levanta un poco su lentes y le dice que alce esos documentos. Se los entrega y esta los revisa y parece que no les encuentra anomalía alguna.



Al ver la cantidad de muchachos y muchachas piensa que si les da las llaves de la información encriptada ellos tendrán una vida mejor. En esta se contienen las fórmulas para vivir mejor, sin sistemas ratas , opresores en donde se producen todos los satisfactores . Nadie se roba nada, todos están educados y sobre todo no se encuentran por ningún lado los resultados de vivir como hasta ahora metidos en un fango , en donde asombrosamente tenemos hasta niños de 14 años que ya llevan en su haber cuatro degollados.


La mujer se enoja y le dice que nadie debe de tener acceso a lo mejor. El sistema está diseñado y nadie debe cambiarle. Ellos señala deben de ser robots que su única función sea comprar y comprar, vender su fuerza de trabajo, y tener en mente que con el paso del tiempo o los años serán desechados como cuando uno tira lo que no le sirve.


Entonces recuerda que alguna vez en un diario de circulación país leyó que unos hijos de su pinche madre fueron a tirar a un viejo al centro de un basurero. Cuando se supo de este caso los periodistas fueron a investigar y le preguntaron al señor la razón de que se encontrara en medio del desperdicio.
El viejo argumento que era natural , yo ya no sirvo para nada . Y mis hijos me tiraron . No hay más que hablar…



Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu.
04 de diciembre de 2010.
Estados Unidos Mexicanos.

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