LA LIBERTAD ES UN DERECHO QUE SE PIERDE CUANDO LLEGA EL HAMBRE.



LA LIBERTAD ES UN DERECHO QUE SE PIERDE CUANDO LLEGA EL HAMBRE.

Por Alfredo Arrieta Ortega.


“ Para la libertad sangro lucho y pervivo, para la libertad, mis ojos y mis manos,como un árbol carnal; generoso y cautivo doy a los cirujanos. Porque donde unas cuencas vacías amanezcan ella pondrá dos ojos de futura mirada. Y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada.”


-Miguel Hernandez-

Debió ser por por la década de los sesentas que muchas ideas vagabundeaban por tu cabeza. Hacías ideales y conclusiones de cómo debía ser la vida de un humano, te imaginabas que eras llevado de la mano de tus padres, por aquellas veredas de Mixcoac y eras conducido por los mejores caminos, por las más ideales rutas que tu país te planteaba. Veías al principio con alguna admiración como hablaban los poetas, sabías de la avanzada imaginación de tus antepasados para trasladarse a las estrellas, o el los hechos consumados en que tu abuelo el General se unió a Madero. Dicen que en una oportunidad se le apersonó en un paraje para decirle al recordado prócer, que cuando lo dispusiera , contara con diez mil hombres armados con esas armas ya rudimentarias, para luchar en contra de la injusticia, y con el fundamentado reclamo de ser libre. Madero accedió y en su oportunidad este antepasado tuyo que parecía ruso, se incorporó al cambio que le urgía a México.


Después en otras décadas y otros tiempos ocurrió la llegada al mundo de tu persona gobernaba el señor Ruiz Cortines; más tarde en tu niñez López Mateos generoso aportaba a tu nutrición el excelso desayuno de pan con huevo, un cuarto de leche y su añorado mazapán y en momento te encontraste de súbito con una sociedad desconcertante, disparatada .


Entraste como dijo alguna vez el poeta catalán Joan Salvat Papasseit: Por la puerta de servicio y con un remiendo en el culo, tu sociedad medio conservadora, medio hipocritona nada te informaba, veías a los hombres dirigirse sin entusiasmo alguno a los trabajos haraganes que solo sirven para llenar el plato, cada uno con sus problemas domésticos en sus habituales mediocridades.

Esta situación quieras o no, te gustara o nó debías vivirla, sin enseñanza de nadie solo de tus percepciones infantiles.


Cuando en pleno uso de sus libertades excesivas tu padre decidió andar su propia suerte, te encontraste preso de tus propias necesidades, las inmediatas, las que no se pueden posponer, las que Dios manda: casa, vestido y sustento. Aún recuerdas y siempre recuerdas que tu estómago nunca ha podido borrar la percepción molesta de tener hambre, pero tal parece que es la causa común, la que te atrapa, la que nunca te deja desde el nacimiento hasta la muerte.


Debió ser el año 67 cuando terminaste la instrucción primaria, la que te permitiría impulsar el vuelo, la que haría posible el dejar de ser analfabeto, en un país analfabeto. Aún recuerdas que al momento de recibir tu pequeño papelito firmado por el jefe de la zona escolar y adscrito a la SEP, escuchaste tu nombre entre el silencio de los concurrentes, nadie habló, y tú estabas entre todos los seres anónimos que también terminarían su escuela inicial. Sin embargo no acudiste al llamado de tu nombre, la razón; no tenías zapatos.


Qué sería de esos niños de esos tiempos, en que cárceles habrán terminado, ¿en cuantas desilusiones habrán caído?, ¿ qué rencores tendrán en sus cuerpos y mentes?, ¿comerían tres veces al día,? ¿ cúantos libros habrán leído?,¿ llenarían de hijos analfabetos todos los espacios de nuestra república?, El principal subversivo es el hambre. El hambre conlleva a otras causas, provoca incendios, mareas altas.


Decía Machado que él nada os debía, a su trabajo acudía y con su dinero pagaba. Y así debía de ser, cuando a un hombre se le cierran las puertas de todo, las puertas blancas y las puertas negras, este llegará acaso a derribarlas. La empresa privada, el gobierno de México, la república entera es la encargada de abrir esas puertas, es la obligada a proporcionarle al ciudadano bienestar, porque este se deberá traducir, en hechos positivos.


Mientras en este sistema a veces cruel, a veces pato, no se produzcan los cambios que moralmente necesitamos, estaremos presos, el principal derecho que tenemos los seres humanos mientras estemos en este mundo es el derecho a comer. La libertad se consigue, cuando no sabemos más de miles de gentes que emigren como los pájaros hacia horizontes más desarrollados, hacia el Norte del poder. Los seres del sur tambien tenemos derechos.


Una vez recuerdas cuando comías medio huevo cocido en todo el día, que venderías tus pertenecias terrenales y con el producto de estas comprarías un boleto de autobús a Veracruz. De ahí deambularías por las calles jarochas hasta subir a un barco que te llevara a cualesquier punto de la vieja europa. Tu propósito no regresar.

Dejarías tu origen, la comida preparada por tu abuela, los frijoles de la olla, las salsas regionales, las tortillas, los tamales.

Querías ir a un sitio donde podrías ejercer tus derechos fundamentales. El derecho a comer, un sistema donde se respetarán los derechos humanos, tu derecho al trabajo, a la escuela, a informarte, posiblemente estaría este utópico sitio en Dinamarca , Noruega o Barcelona. Debías buscar buscar.


Sin embargo esto no ocurrió, porque ninguna mano amiga hubo de apoyarte, y tus recursos siempre fueron magros, es decir siempre atado como los pollos cuando los amarran a las patas de las mesa.

¿Quién es el responsable de atarnos?, ¿quienes son los que sacan provecho de esto?, ¿porque no se permite liberarlos,? ¿ hay alguna mente perversa que todo lo impide?, ¿quién es el verdadero culpable?.


Mientras el hombre como especie continue siendo su propio lobo, el avance no será, alguien debe quitar las cadenas sean imaginarias o nó, , quitar las barrreras, los mecates que los atan, las conductas revanchistas que los atrapan.


Hoy por hoy he aprendido que la única libertad que debe tener el hombre es el derecho a comer es la mejor arma de lucha, si quisieran trascender deben quitarse las vendas, no ser como en la actualidad mexicanos campeones del lío, de la farsa inútil, de la política rastrera.



El hombre debe caminar por sus caminos, respirar su flores, sus valles, pensar, decidir por él mismo, estudiar sin límite. Ya basta , ya es bastante lo que ha pasado, nada de presos, nada de cárceles, queremos trabajos, construir casas que las puedan habitar los albañiles que las construyen, queremos escapar de los demagogos, de los ignorantes, de los presos de todo, del recibo telefónico, del estar atrapado en la vejez , de no poder cubrir ni siquiera las mínimas cuentas pendientes.¿Esa es la libertad que se invoca?. Insistes que todos están atrapados, con sueldos mínimos de vergüenza absoluta, de lenguas perversas que todo lo resuelven y lo enredan. Los muchachos se notan hastiados, sin ningún proyecto de futuro, sin ánimo de plantar siquiera un árbol en esta república. Lo mismo los puedes ver en los ranchos, las aldeas, pensando en un futuro que no existe, en su próximo proyecto: un taco con chile.


Caminar por las calles sin sentir miedo, escuchar el mensaje de los tiranos y estafadores, de los mediocres apoderados de los medios, de alimentar la ignorancia., de proponer contenidos con informaciones mediocres, que nada dejan. Debemos liberarnos, ser libre dicen significa ser culto, dejar de ignorar cuanto podamos, desde la misma capacidad sin límite de nuestros cerebros, debemos obligarnos a la superación de las comunidades, no todo es dinero, si el cuerpo social está putrefacto quienes fueron los culpables, quién emborrachó nuestras conciencias, ¿porqué nadie dirigio sus memorias.?

Este tiempo que hoy te toca vivir, es bastante triste, no da para más, no es lo mismo cuando un estómago trae un bistek dentro, engulle vino, y pausadamente se torna rojo en su cara, así de esta manera esta calientito, con el mejor confort. Pero más adelante te enteras de Sara, la niña chamula que te encontraste por el circuito interior, le preguntaste que hacía en esta ciudad de espanto, Sara te comentó en ralo español que su papá la había traído a México a trabajar de sirvienta. ¿Sabes leer Sara?, bajó la mirada como escondiendola y te dijo que no. Sara llegó como esos miles de emigrantes de los pueblos perdidos, de los pueblos grises, donde no hay más que hambre, Sara no come, pero tampoco Pedro, o Lupe, o Raúl, ninguno tiene los mínimos satisfactores, ellos llegaron a este mundo con los vientos en contra, enfrentados a los déspotas e insensibles.


Sara le preguntaste si no le gustaría iniciar la escuela, te dijo que sí. Mira, debes de encontrar el momento propicio para decirle a la señora que te paga, que tienes un deseo. Ese es la escuela, imagina Sara que vuelvas a la comunidad convertida en la maestra Sara. ¿ Quién la apoya?.


No es tiempo de ver más niños cargando hileras de ladrillos en sus espaldas, con los pies ajados, con las miradas perdidas, presos de sí mismos, así no se desarrolla nadie, con más de treinta y dos millones de seres analfabetos, que deambulan en los tiraderos de basura, para engullir sobras, seres que andan sin sombra, ahogados por alcoholes que embrutecen, indigentes en todos los lados,¿ cual debe ser el destino de México?, ¿realmente somos libres?.



La libertad se consigue a fuerza de lucha, debe ser el ánimo que invada a cada hombre, sí nos encaminaramos a una sociedad utópica, mucho te gustaría que la señora que vende los periódicos fuera, experta en ciencias políticas, que el artesano supiera de casos penales, que el cargador de costales en los mercados, te supiera platicar de Nietzche, hasta Pablo Neruda, que el obrero supiera de Carlos Marx, a Carlos Dickens, que nadie careciera de información, que se partiera de la base, de que el hombre no es mercancía, sino alma y huesos, sentimientos y bondades, que el hombre no es sólo un número o una clave, el hombre es algo más, ya no es posible tolerar la ignorancia, la apatía de los miles que andan por aquí sin saber cual es el camino, ya no es momento de estar preso, las conciencias deben despertar, tú lo solicitas, lo quieres, debemos de cambiar los antiguos esquemas que nos han convertido en este México desconcertante, donde el dinero se diluye, se escapa de las manos del albañil que no se queja, del asalariado, que apenas vive y sin embargo ahí está, sin reclamar al poder, destinado al orgullo, a continuar la especie de lo que somos. Debemos de pedir ayuda, juntos, ser libre no es solo una palabra más, la libertad debe de ser eso, acompañada de justicia real, donde un hombre pueda abrir un libro, andar a caballo, respirar aire, fabricar una casa, sembrar el campo, acudir a un concierto, comer sabroso, la libertad es él, es la patria, lo mismo quién viste traje o el que anda de manta y morral, quién escribe en una computadora, o quién siembra la parcela, empieza por comer, que tu plato esté lleno, que se inunde de arroz y perejil, que lo ganes con salarios reales, que puedas ser capaz de acudir con tal cantidad de dinero a comprar libros, sin que quedes frustrado de nada, que los trabajos se multipliquen lo mismo que los peces.


“ Para la libertad me desprendo a balazos de los que han revolcado su estatua por el lodo y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos, de mi casa, de todo.”


Miguel Hernández-


Una tarde de lluvia escuchaste a un actor decir que la libertad para él , era cuando abría el refrigerador de su casa y encontraba de comer.

Para ti ejercerla hoy por hoy ya te supo conducir hasta al alarmante hecho de no tenerla ni siquiera al 20%, ahora con los apoyos del gobierno federal se ejerce un subsidio que dice apoya a las clases en marginación, el hecho: El apoyo consitió en desconectar el aparato que enfría porque no puedes cubrir los altos costos de la luz, con tu ingreso mínimo, buena ayuda, buen apoyo. Preso nuevamente....


Esa ocasión llegaste a comprar un medio kilo de carne en aguayón, y aleccionaste al carnicero de cómo estaba preso, le recordaste ese lindo verso de Atahualpa Yupanqui: “ Podrán amarrar mis manos mi guitarra chasmuscar, pero el ideal de la vida esa es leñita prendida que nadie habrá de apagar”. El como respuesta te instó a liberar las cadenas comprando armas, creando caos. Sabes bien que la única forma de revertir el lodo , es simplemente darle un giro a la mente, a la conciencia, al momento casi mecánico de la risa, porque la risa debe ser constante, el hombre debe sacar lo podrido del alma, debe cantar, con alegría porque su entorno lo dice, además lo mereces, tú y todos los indios, de todas las mixturas, las lenguas, las formas de organización, sus maneras de caminar, sus ganas de respirar. ¡Quien dará el primer paso para cobrarnos el aire que va a nuestros pulmones?


Ese dolor de espalda que te acomete, recuerdas que no es casual, hace más de treinta y cinco años, te obligaban a diario cargar costales de yeso para las construcciones, tu espalda de niño se doblaba, así que tu en uso del ingenio sacabas con tus manos diminutas paladas del blanco producto y elaborabas costalitos de 25 kilos. También cargabas agua en dos botes que antes contenían manteca, colocabas los palitos en tu espalda de pípila y a cargar mi güero. Así lo hiciste por varios años, pero no eras el único , atrás habían miles de mexicanos doblados, sin apoyo de nada, ninguna actitud de salvamento.


Ser libre es tener el sustento adecuado, no es de tu agrado, el saber que en las páginas sociales las gentes perfectas, se ahogan de alcohol, mientras presumen sus trapos, sus carros de insulto, sus puercas morales. Afuera, abajo, todos reciben los insultos, porque es insultante el saber de modelos diseñados por maricones sastres, y tú observando, la prisión nacional.


Los huesos de tus manos parecidos a los jovenes del Senegal, utilizan el control remoto del CD, que gira sin ser espectacular, un pequeño rechinido, hace iniciar el tema: “ Al compadre Juan Miguel no le pagan el jornal y aunque no haiga de comer lo mesmo hay que trabajar, pobre compadre Miguel la vida que le ha tocao”. La sensación del hambre no te deja, es casi tu amiga, maldita hambre, como saciarla,¿como lograr que nadie tenga hambre?,¿ quién cometió ese error de diseño?. Es sabido que los seres vivos necesitamos ingesta, porque el hombre piensa mejor con el estómago lleno. Pero las situaciones siempre son adversas, miras el diario, y ahí está; desempleo galopante, los caballos del hambre se apoderan de las familias de México, el fracaso de los planes sociales, parece patente. Los planes al campo se hayan muertos, y discretamente los campos se secan, la muerte ronda.

Lo que queremos es una humanidad justa, un México justo , una sociedad de hombres dignos, es decir que haya una auténtica justicia, igualdad, incluso en el sentido cristiano; tú piensa en eso. La libertad es un acto de amor a la justicia, de amor al hombre, a la verdad, a la sociedad humana.

A la luz de la simple y pura formulacion humanista de la existencia, se trata de sentir que todos y cada uno somos semejantes entre nosotros, te refieres a los seres humanos, y en general que la cosa más importante de todo es la vida. La emoción por la vida. Sentir que no hay cosa más importante que eso. La vida, la creación , la justicia, la libertad, son los grandes valores que tú defiendes, que tú sientes como tu tarea. Aquello que se debe de decir siempre aunque aburra.


Tú estás seguro que el futuro es de los humildes, pasando por toda la escala de los humildes posible. Desde el humilde ante Cristo al humilde ante la ley del Estado. Desde el humilde que se siente reivindicado por Nietzsche hasta el humilde de corazón que se siente uno más en el conjunto de los que trabajan y producen. Siento que el futuro es de los humildes y como eres un humilde más, estoy seguro de que vas a triunfar, más allá de la muerte. –AZ.-



Crees en el futuro, crees que es posible un futuro de hombres y mujeres dignos, íntegros con sentido ético que es ese otro sentido estético del alma.



EL HAMBRE...

Hace ya varios años que te has dado cuenta, que tu país en el que habitas se encuentra muerto. Y está de esa manera porque ustedes los habitantes de ese páramo desierto han colaborado a su historia estéril. Nada es especial porque si observamos al interior de su organismo, descubrimos miles de víboras vestidas de todos tipos de trajes: las hay de saco y corbata, de mandil y diseños extraños, hay otros de hablar confuso, de ideas raras, de pelos sucios. Y rascas y rascas y sale pus por dondequiera. Platicas con tu hermano y descubres su saña, hablas con el maestro y te enreda despiadadamente. Tu mujer eleucubrando su locura extraña, tu perro, cazando moscas.


¿Que fue lo que sucedió?¿Que putas les ha pasado?. Han decidido empezar a llenar las calles de caca, esparcir rumores, apuñalar a quién se deje, mentirle a todos de todo. Meter cizaña, decir mil chismes, confundir al ignorante, decirle que la izquierda es la solución, que es mejor robar, desde unas líneas telefónicas, hasta dinero de los bolsillos, piratearte la música posible, y robarle a huevo un beso a la florista.


Porque estas hasta los güevos de ser el empleado del mes. El ciudadano perfecto, el que a todo le encuentra explicación, el que aplaude a la clase política y de quienes estan de acuerdo en sus decisiones. El que que paga la luz puntualemente, el que nunca se equivoca, y nunca, oyelo bien nunca sustrae una ciruela de los kilos y kilos que reposan en los supermercados.


Ahora ya no. Te vale un rábano la rectitud, la linealidad de tu persona. El brillo de tus zapatos. Viva el caos, el puto desorden, la anarquía por todos lados. Vámos a pasarnos los altos de los semáforos, no hay que pagar las cuentas de nada, hay que alterar todo lo que se pueda, debemos crear confusión desmedida, cagarnos en los reglamentos, limpiarnos el culo intitucionalmente. Mearnos en los discursos, aplaudir a las putas, fumar lo prohibido, publicar caricaturas que chinguen al demágogo en turno. hay que envenenar las presas con arsénico, los cerebros de cuantos se pueda, romper los libros, quemar los discos, destruir los teatros, matar a los cantantes líricos, e incinerar a a los perdidos.


Es tiempo de rebelarte, no consumir plásticos ni chatarras, no comprar la mierda que te venden deliciosamente empaquetada, es hora de sacar el miedo de los armarios, decirle al mundo que no todo es cocacola, ni consumo artero, es hora de comer sólo lo que te plazca, es hora de bailar a como te lo dicte tu cuerpo. Si tiene ganas de dormir en ese letargo de opio, es muy tu pedo, es el momento de escribir basura.

Consumir artículos baratos, es tiempo de tomar el teléfono y esparcir el odio, de incendiar los televisores, de quemar los abrigos, de matar perros, de tolerar el estiercol, de zambullirte en sangre.


Sí señor dices todos los días, llega y te ordena, sale y te grita. Y todo es así de esa manera, miles de demonios negros están por todos lados, desde tu madre hasta tu tía, desde el caballo hasta la hiena. La opción es agredir, por todos los medios, decir que se acaba el mundo, que se incendian las naves, vamos a emborracharnos de todos los licores, debemos de ser violentos y viles, vamos a rechazar la sociedad es mejor la tribu, el desorden del caos, la muerte, el puñal en el corazón de cualquier nazi, de cualquier dictador, sea negro o sea blanco, use perfume o no, lo usual es la calaca, los ojos hundidos los estoperoles en las ropas negras, los calvos rapados, la droga en los cuerpos.


Acabemos con todo lo creado, que es estúpido, es inmoral, dejemos de ser cerdos cerebrales, tomar las lanzas y gritar , gritos desaforados, andar encuerados, clavarnos objetos en las orejas, olvidar el lenguaje, herir lo sacro, comer cerebros de vaca, cagarnos en lo prohibido, dejarnos las uñas largas, evadir al fisco, lanzarnos desde un puente, manejar como loco en su túnel, romper los aparadores, matar un policía, perfumarte en la venganza, viajar en los hongos y en la droga, estar en contra de todo ,de tus pinches palabras, que sólo me hieren, me acosan, me insultan, me halagan por ser diferente a todo, puta sociedad de mierda, artera e irresponsable, que solo camina al ritmo del dinero, del cuanto tienes de tu certificado profesional, de tu éxito de oro. Otra vez preso.


Ahora te encuentras sometido a las presiones de todos los ciudadanos, el acoso es grande, tal parece que cuando actuas como debe ser, es cuando más mal te va. Dices que te vas a decidir por comprar una pistola y hacer tu ley. Total lo más que pueda pasar es que termines encarcelado o muerto, y si es así, seguramente nadie te llevará flores a ningún sitio porque no tendrás tumba, para que, lo que mejor procede es andar en los recuerdos de alguien de esa manera continuaras vivo. Dices que todo te cansa, comienzas a sentir el peso de los años, esos años jovenes cuando manejabas bicicleta alquilada, tocabas la guitarra y cantabas canciones. Esos años que se fueron por el agujero del lavabo como cuando se va el agua sucia después de lavar tus pantalones. Ahora ya no esta ni el patio rojo de la casa de tu abuela, ni tampoco el perro salchicha que tanto te chingaba. Ni tampoco están las ratas de la panadería, ni tu tío Lalo con su chamarra de mangas manchadas de aceite de cocina. Ahora este tiempo es infeliz, lo logrado vale un pito, el acoso es tanto que no tienes ventanas para abrirlas y salir. Ni siquiera te queda el consuelo del cigarro, hace años que ya no fumas, ese rico tabaco, y dejaste de hacerlo por indicación de un matasanos.



Ahora los días son insensibles nadie importa a nadie, todos se van desenvolviendo en un cinismo que apesta. Solo priva el Dios Dinero, el diablo dinero. Los seres se desplazan ignorando todo, algunos sacan su palm y escriben sus temas, otros hablan en sus celulares, y otros pasan para allá y para acá.

Y ninguno va a la ruta de la verdad. Lo que priva es el fraude, el golpe bajo, la patraña que corroe, la ira que estalla. Eso es lo que vale. El valor de nada. El precio que todo tiene, el polvo que seremos a posteriori.


La realidad va marcando el sino de todos, ayer por ejemplo se te acercó un individuo que en su aspecto parecía un demonio, después un viejo allá por el camino de la Defensa, extendía su sombrero pidiendo unas monedas, más allá un grupo de sujetos lavan los automóviles, al mismo tiempo que se untan las manos con cemento y proceden a inhalarlo, se drogan de todas las edades, hacen comuna, mujeres jovenes con niños en la espalda hacen lo mismo.

Y todos pasamos indiferentes porque la realidad es que no nos interesa nada, queremos tener la ropa de moda, el estatus perfecto, todo lo demás es nada, alguien pasa a a tu lado y haces como si no hubiera nadie, es mejor, la unión de nadie, la unión del aire. La calle es amplia para el camino, pasan todos caminando aprisa, nadie contempla un ramo de flores en las manos de una anciana, mucho menos el sonido de la campana, o el pregón vendiendo pan o artesanías.


Eso tiempos te acuerdas, ya no están , se fueron por la ruta del olvido por los años pasados, y lo sabes por tus achaques, por el dolor de tus huesos, por las reumas agobiantes, por el cansancio de tu espalda. La Cocacola te ha minado paso a paso lentamente. Y miras el televisor y comprendes que todo sucede y nada a la vez, las imágenes se van dando, los mismos temas corruptos y pillos , ladrones y arguenderos.


Hoy se presentó un tipo de la policía, de ojos duros verdes expresivos, este rostro presentaba una dureza poco común, te dijo que fue a cobrar su quincena, te enseño su botas con las suelas desprendidas, su uniforme inteligente. Te dijo que una vez su madre le comentó que su expresión había cambiado da miedo. Solo era un policía, un tipo no educado, recio, casi animal.


Solo falta un lapso, un simple minuto, un poco de espera, para que se desaten a la violencia, a la rebelión de la ideas.

El hombre es un ser convertido a lo común, trasformado en un tornillo de máquina xerox.

Por ejemplo, son conducidos por donde otros quieren, al son de su marimba bailan Desfilan como changos, sufragan cual corderos, tienen la televisión que

merecen,son pobres porque quieren, no aprenden por enanos.


¿Pero quienes son esos que someten, de alguna raza habrán de ser, trescientos millonarios, ochenta millones de aplanados.

Nunca los he visto en el metropolitano, a juzgar por la apariencia de los conformados con su suerte.

Quieres descubrir sus turbiedades, escudriñar entre lo oscuro, y comprobar la habilidad de estos fulanos para que el cordero alce la vista y apruebe la guillotina.

Y no logras acertar porque tragas sus frijoles enlatados, te calzas sus zapatos manufacturados en serie; aceptas pués sus dictados.

Estas manos no producen en secreto, lees sus libros de texto, que compras con tu dinero-muy poco dinero.


Cada quién porta su etiqueta, tú por ejemplo, para entendernos, estás catalogado como un don nadie entre las multitudes, sin embargo tu carnet de identidad te fortalece.

Es un papelete contundente.

Fulano de tal, dice la voz de tu conciencia, nacido en tierra tal.

Así que no eres nadie, solo un número primo, un signo, un guión, alguna coma, una fotografía.


Y si matas, y si robas, enseguida dan contigo, te pueden torturar, jalar los pelos, sacar la sopa.

Por eso eres bien portado, nunca lees nada que pueda distorsionar tus puritanas ideas.

Un día, tus tristes ojos y no es mentira, observaron hacia lo ancho de la calle, una rebelión de inconformados- contrarios al gobierno republicano.

Procedíste a la huída, aún cierto que sus reclamos eran los tuyos.

Eres un hombre cansado, de zapatos viejos, ropas de otros años.

Es bien cierto que en el planeta sobreviven los más capaces, el obrero usa el martillo made in Campos Hermanos, se embarra de aceites y aditivos, no usa mum el desgraciado.

Su líder, su conductor sagrado, ordeña tu salario en aras de la causa, del sindicato charro; la caja chica desaparece, robada por alguna mano.


Todos tienen etiquetas en la frente: el avorazado es un ladrón, el ladrón un miserable, el miserable, un pobre. El pobre es un humano, el dueño de los botones de oro, es honrado y recto; el recto la terminación del culo...


Te temen en forma irracional los injustos, los déspotas y los mediocres. Azotas a los mediocres, escupes a los hipócritas, odias la burocracia, la estupidez, las injusticias sociales y las miserias humanas.


“ Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar y una novia muy hermosa que se llama Libertad”,
Atahualpa Yupanqui.

Pasas de súbito y te encuentras un tiradero de cosas en la calle; artefactos de fierro oxidado, especies de cazos, batidoras enormes, botes con algo que parece cocoa, azúcar y mil papeles, esto lo puedes observar en directo. Sucedió hace algunos días en la calle de Cedro en la colonia Santa Máría la Ribera, allá por los rumbos de San Cosme.

En alguna ocasión platicaste con una trabajadora de esta compañía que fabricaba chocolates exquisitos para paladares únicos y rigurosos. Ella te hablaba de los muchisimos años que laboraba en esa fábrica , de lo mucho que logró sobrevivir gracias al arduo trabajo.


Ahora el absurdo de Kafka, una película de la vida nacional. Llegaron varios gorilas con la orden de desalojar esta empresa que puede ser debía, pero ya no importa el díalogo, la palabra justa. Lo que interesa es arrollar a quién se pueda. Dejar de comer a quién sea, a nadie le importa.

Hoy por la mañana pasaste veloz por la misma calle y¿ serán cien gentes?, descansando en la desazón, en el qué será de ellos, sin trabajo, sin la posibilidad de comprar nada, ni un pan, ni un retazo con hueso. Te dan ganas de platicar con ellos y distender la injusticia. ¿Su libertad ya terminó, la tuya cuando?.


También contemplas a personas deambular por el zócalo, y puedes ver que camiones que vienen del campo regalan hortalizas con el objeto de protestar ante lo inmisericorde del coyotaje en la central de abastos, y pasan las viejitas arrugadas con su cilantro regalado, rábanos y lechugas. Cada una de ellas hará alguna sopa para saciar su hambre, sus ganas de ya no peregrinar en esta vida reprimida, sin alegrías de ninguna especie, y esperanzadas a la figura de algún demágogo originario de Tabasco que sepa darles limosna electrónica cada mes a estos viejos que solo esperan la muerte en paz.


A veces piensas que se te acaba el aire, que en esta país de simulaciones hasta los perros se manejan de manera impune, llega uno y te muerde, te da dentelladas duras y certeras. Es el lugar en donde ya no puedes más, miras el odio , el rencor ciudadano, los lujos de insulto de los embajadores, a decir de la revista que publica el Universal. En realidad que es lo que buscas, nada parece agradarte, te damos un sueldito, para la lechita de tus niñitos, te pagamos en chiquito, para que compres tus tortillitas, y le embarres su chilito, su salsita. Esto no te basta., lo que sucede que siempre quieres más y más eres insaciable.


ME DICES DE LOS QUE PIDEN POR LAS CALLES.

Pedir dinero, no sé que cosa me dices es algo que degrada, supones que debió ser la ingratitud de esta sociedad que se dice desarrollada. Solo que está enferma, porque ayer viste la imagen de Pedro sentado en plena calle , llevaba un bote en la mano, lo agitaba tembloroso y decía: ayuda, ayuda...


Decidiste seguirlo , a momentos te escondías por los callejones ocultos de la colonia Morelos. Pedro dio vuelta, parecía un pájaro negro, usaba un saco de muchos años, sus uñas mostraban un desaseo tal que daba asco, sus zapatos agujereados, por tantos pasos quien sabe a qué sitios.


Pedro sacaba el bote con monedas de baja denominación, parecía aturdido. Colocaba el botecito sobre la mesa y esparcia el fruto de su trabajo. Decía mientras contaba ; creo que el que pide también tiene dignidad, la vida debe ser feliz, siendo honrado, trabajando para la familia.

Pedro es un viejo como lo puedes observar. ¿ Qué fue lo que le sucedió? ¿ Cuanto hubo de andar para llegar a esto?.


Su gato peludo de igual suerte sucio reclamaba con un miau-miau, por la leche clavel a la que estaba acostumbrado. Calla, Wagner, deja ver cuánto junté. Uno, dos, tres cincuenta. Hoy no cenas.

Estamos tan vacíos que no tenemos nada que decirnos, sólo el espejo es el que te juzga, el que te dice qué has fallado, porqué no tienes nada que haga más llevadera tu hambre constante, tu deseo de abrir la alacena y encontrar solamente ratones grises igual de hambrientos que tú.


Se sienta en ese sillón destartalado, de resortes hundidos, abre el periódico de hace algunos ayeres y lee seriamente: Hacen falta generaciones de seres honrados, hum...

En México mueren cien mil niños de hambre cada año, humm.

Leyes justas para todos, hum...

La pérdida de empleos es global; los capaces de crearlos ni siquiera se ruborizan, hummm.

Cae con sueño y tripas vacías.


Pedro enternece con una facilidad que asombra, es un ser chuimuelo, reservado, cauteloso, introvertido, él piensa que un hombre haga lo que haga no debe arrepentirse jamás, siempre que lo haya hecho de manera honesta, sólo le basta verse al espejo para saberlo, la norma que rige es el espejo, y la conciencia ¿te parece poco?.


Lo más triste que le puede ocurrir es morirse, no tener ninguna esquela ni en blanco ni en negro.

Lo que más te ha llamado la atención de Pedro, y de todos los Pedros ha sido la gran diferencia que existe entre las clases sociales, desde la más impensada fastuosidad hasta la miseria total. Y todo ello se encuentra mezclado, sin separaciones, entre gentes que viven con diferencias sociales monstruosas.

La sociedad tiene como objetivo fragmentar al individuo en todo lo posible, y se trata de dejarlo lo más solo posible, lo más aislado, lo más indefenso.


Quién sabe que sobrevivirá de Pedro o de ti, no lo sé y tampoco creo que tenga mucho interés para nadie, aunque siempre hayas querido plantearte la historia de otros modos, haber tenido grandes metas, o que hayas procurado transitar bien por todos lados, pero tú y Pedro siempre caminaron a paso de hombre, a paso de hambre, tratando siempre de evitar donde ponen un pie y donde ponen el otro, pero no para caminar seguro, sino para andar curioso.

Te sentirías más satisfecho, si México caminara con otros pasos, que en verdad dispusiera de caminos sanos, no de patrias chuecas, de progresos y libertad, en cada uno de sus habitantes, de estabilidad en los bolsillos, de volver a tener esa actitutud de legalidad en nuestras palabras, pero lamentablemente hoy por hoy no tenemos.

Deben estar a favor de la libertad, la cultura, el trabajo y defender como dice Mario: Defender la alegría, para eso están , no deben permitir más la degradación del hombre,deben intervenir para cambia la situación, estan presos no son libres ni nada.


Enciéndes la televisión y escuchas decir a su mamá un niño de Ruanda: Mamá ¿ habrá pan en el cielo?.. Se te da una vuelta en el estómago, la única manera de mirar a tus propios hijos con dignidad, óyelo gobierno federal, escúchalo empresario es reaccionar ante las desgracias. No más limosnas para Pedro, pero tampoco para Juan o Sergio, dadles trabajo con un salario justo , hagan juntos caminos, escuelas, que en las mesas hayas panes, que en las caras haya sonrisas nó preocupaciones. Esas serán las respuestas de lo libre.

Aunque se viva en una sociedad egoísta intransigente e injusta.


Los tiempos benéficos han pasado de largo sin mirarnos siquiera, ahora se debe arrastrar por el suelo y medigar, lo mismo que el dinero, la enseñánza, la salud pública. “ En el país de la incertidumbre es lo mismo confundir que gobernar”. Dicen que las cosas van bien, pero siempre van bien para los mismos .

Debemos de acabar con la ignorancia, porque se vive en un mundo sumamente ignorante, desde las normas morales que no usa más el individuo, sino que pasan más cerca del dinero y el poder.

Pero el poder por sí mismo está creando seres cada vez más insolidarios, que no están dispuestos a darte ni siquiera un taco con sal., esto es producto del miedo. Una sociedad con miedo es mucho más manejable , se manipula fácilmente.


¿Como se puede ser libre con hambre? Porque ya sabes que lo que priva es la desocupación, la misería que nadie ve, la recesión económica, la nula credibilidad en la clase política más rastrera , más desvergonzada. La inseguridad en cada calle y en cada esquina sin faroles, priva la corrupción desordenada, el crimen impune lo mismo el robo.

Es tan dura la supervivencia que observas, lo mismo que Pedro, que a veces te da gusto cuando observas que en chispazos de luz aparece la solidaridad entre los pobres de los pobres, de gentes sin trabajo que hurgan y hurgan en bolsas de basura , que separan cartones y papeles para venderlos.

Sí la solidaridad alguna vez partiera de la oligarquía, juralo que en México no habrían estos graves problemas. Ahora ves manifestarse a todo tipo de gente. Lo mismo en la avenida Juárez que por las calles más próximas al Zócalo de la ciudad sin esperanza. Miras ese cartel que dice: Deposita dinero en el banco y te devolverán mierda¡”. No al desafuero, ¿ pinches demagogos, pinches lanares.

Esa es púes la mirada de la libertad, la de Pedro y la de Alfredo, lo mismo que la de Raúl, Sara, o Gerardo,. La libertad es una asignación que tenemos pendiente. Es la única razón que tenemos, para considerarnos parte de este triste país que parece ser solo productor de carne humana para trabajar en los campos agrícolas de los Estados Unidos. Quién pone la primera acción, o nos despedazamos sanguinariamente, volviéndonos matones, rateros usurpadores del poder, hasta revolcarnos en el merengue que decía Discepoló, o miramos al futuro, en donde las gentes, desde el joven moreno, hasta el gallardo mestizo, tengan pan para comer, tengan agua para saciar su sed, ya no más trapos y andrajos en las familias, que en todos los rincones del Mexico agrario y del Mexico urbano coloquen suficiente sal y pimienta a sus guisados tradicionales, que haya suficiente alimento para trascender, que todos tomen leche, que la fábricas produzcan, que los obreros ganen y ganen bien, que volvamos al canto de cuando eramos un pueblo alegre y soberano, de cuando andabas por los años sesenta y mil ideas deambulando en tu cabeza y hacias ideales y conclusiones de cómo debía ser la vida de un humano. Es tiempo de que vengan nuevos niños, mejor nutridos, eso es ser libre, sin hambre la libertad es un derecho que se pierde cuando llega el hambre. Ya no deben esperar a que nuevos niños entre por el patio de servicio con un remiendo en el culo...



Alfredo Arrieta Ortega


7 de Octubre de 2004.


México Distrito Federal.

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