ARREOLA

ARREOLA

No se en que ciudad me encuentro , no dispongo por ahora ninguna brújula o información alguna que me pueda decir si estoy de este lado del mar o estoy del otro.

A juzgar por las ropas de quienes caminan puedo intuir que me encuentro en el México de los años 42 , miro los vehículos en forma de bola , con una palanquita cerca al volante . Los señores llevan sombreros con una ala que parece que cae . Las damas usan vestidos largos que no les permiten ver más allá del pie bajo .

Descubro que pasa un camión que dice La Villa Peralvillo y Anexas . Los obreros se arremolinan para tratar de subir al vetusto transporte y los pueda llevar a las sórdidas calles de Santa María la Ribera , a la colonia del delito ; La Guerrero .

Me detengo en una avenida que tal parece es la avenida del sueño largo , lánguido , placentero , descubro a una tamalera que arroja un líquido espeso en el interior de un jarro . Por allá una puta de poca monta con lonjas prominentes y senos flácidos se me acerca y me dice que me cobra 40 pesos por copular . Su aspecto me provoca cierto asco , ya me veo yo tan fino metido en esa pepa de arrabal y con el peligro de convertirme en un candidato para que se me inyecte penicilina , o que se me caiga el pito , que se me empiece a desmoronar y yo sin poder hacer más nada. . No , ni madres le digo a la suripanta . – Entonces dame un ojito de gringa - Como soy rico prefiero darle el billete de cincuenta y que se vaya .

Más tarde miro a un joven Cobos al que le dicen El Jaibo , entrar corriendo a las vecindades después de haber robado algún objeto . Enfrente de mí Luis Buñuel , le grita al larguchón : Corre con más ganas como si te estuvieran persiguiendo . Y Luis lo mira con esa óptica capaz de mirar todo lo humanamente posible .

Entonces me encuentro en un predicamento , porque no se si estoy dentro de los Olvidados , o me encuentro en uno de mis sueños cotidianos , porque aquí , todo es posible : Primero un hijodeputa así con todas sus máyúsculas procede a golpear con suma crueldad a un perro . El animal es castigado por haberse meado en la entrada del departamento . El can chilla debido al dolor que le propician los cuerazos . Me dan ganas de bajar hasta donde el hijodeputa y propinarle una muerte a base de cuchilladas .

En la inteligencia de que estoy metido en mi sueño , te puedo decir que lo que miro es en blanco y negro .

De momento se abre la puerta de un Volks y vestido como él acostumbraba , se baja , dándole un jalón a la bufanda para después extenderme sus brazos . ¿ Cómo ha estado Juan José ? . Arreola me dice que en la otra existencia no se está del todo mal . No hay que preocuparse por los impuestos , ni esta uno expuesto a la perorata de los politiqueros de mierda , cuya fetidez es a tal extremo nauseabunda . Me acuerdo cuando Arreola hacia toda una historia de un simple guijarro , lo llevaba a todas las latitudes posibles , y era capaz de convertir esa pequeña piedra en un astro planetario , con bosques y mares , con oxigenos respirables , lunas llenas o en cuarto menguante y habitantes decentes , educados . Era capaz de convertir la escoria que es la humanidad en una población respetuosa del medio ambiente , y de todo ser que viva . Ahora por cualquier cosa matan a un tigre .

Le digo a Juan José cuando me pregunta por mis abuelos. Qué los abuelos campesinos nunca muertos sí dormidos. Y se acuerda de Yupaqui y me menciona que si he hablado con Facundo . Juan José se sube nuevamente al carro y se despide , entonces te saludo a tus muertos . A todos los veo a menudo . También me dice que lea la Feria . Si sí , le respondo y salúdame a Juan Rulfo , El no puede me reponde , porque está en Comala , esperándo que hablen de él .

Original de Alfredo Arrieta Ortega.

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México.