EL MAÑANA La verdad sin fronteras.

Es macho, guapo y garañón



Domingo, 05 de Octubre de 2008

El español está de gira por México, presentando "100 x 100". (Foto: Jam Media) Joan Manuel Serrat no se considera un maestros de otros cantautores
CIUDAD DE MÉXICO.- Músico, poeta... "macho, guapo y garañón", así expresa sonriente, como muy pocas veces se le suele mirar al cantautor español Joan Manuel Serrat, quien explica, no se considera "maestro" de otros cantautores, ni un referente para hablar sobre temas políticos de la actualidad.

"Escribir (música) no es una manera de ganarme la vida, sino es una forma de echar para afuera todo lo que me muerde por dentro".

Así, sincero y franco, pero con la seriedad reflejada nuevamente en su rostro, el ibérico sólo da rienda suelta a sus sentimientos y cuando se le cuestiona qué mensaje daría en este momento sobre los actos terroristas perpetrados en Michoacán, menciona enfático: "Yo no tengo que decir algún mensaje, eso sólo le toca a las autoridades competentes".

Desde su punto de vista, es "la clase política, los empresarios y los cuerpos de seguridad" quienes deben de dar el mensaje de tranquilidad a la sociedad civil.

"Por mi parte, yo sólo puedo mencionar, estas muertes son deplorables y a las personas en desgracia, sólo puedo transmitir mi cariño y solidaridad con los afectados", indicó.

Su típica cabellera a mediocrecer, el aire de tranquilidad y las arrugas pronunciadas en su frente hacen parecer que por Serrat se ha congelado el tiempo.

La gira con Joaquín Sabina, "Dos pájaros de un tiro", sólo fue un gusto, pero ahora, quita la pausa a "100 x 100" para seguir en sus presentaciones en varios países de Latinoamérica, incluido México donde estará en el Auditorio Nacional el 18 y 19 de octubre.

Por supuesto, es infaltable la pregunta, ¿cuándo habrá un próximo disco?, pero Serrat sólo indica que él es una persona que no se apura por presentar álbumes en cantidades.

"A mí nunca se me aparecieron (las musas) al volver en una esquina. Siempre acudieron a mí después de muchas horas de pelearme con papeles en blanco y de pensar que iba a cambiar de oficio porque no se me ocurría nada interesante", confesó.

Pero con todos estos años de amor y odio, ahora ve, su relación con sus musas "es más despreocupada y, lo confieso, no espero con angustia su llegada".

(El Universal)