VIVA EL CANTOR


Viva El Cantor Homenaje A Juan Farfán

Juan Fernando Farfán.

Repitamos:
El llanero es ese pájaro humano que amanece silbando, ordeña cantando y hace su trabajo de llano contento de poder compartir con los demás su queso, su carne, su rancho, su tiempo y su alegría.

Pero Juan Farfán nó... el empezó con esta vocación a la tardía edad de los cinco años, cuando su mamá lo llevó por primera, vez a cine. Era una película donde Pedro Infante aparecía montado en su caballo cantando rancheras. Apenas llegaron al fundo amarró un burro viejo y se fue por sabana cantando un corrido muy mentado, lo que ha pasado allá en la hacienda de la flor, la triste historia de un ranchero enamorado, que fue borracho parrandero y jugador.

Esto hace un tiempo, otro tiempo y medio tiempo, quiero decir eran los tiempos del llano sin luz eléctrica, sin televisor, radio, ni grabadora. No había artistas, ni canciones aprendidas. Los hombres cantaban en los parrandos improvisando coplas a las muchachas, al dueño del hato, al encargado, al mensual, al caballicero, al pastoreador de marranos, al peón de mano, o desafiando con su canto a los demás copleros que no eran otros que los ya mencionados, hasta que aparecieron Las canciones de Francisco Montoya, el primer artista llanero que tuvo divulgación en el cajón de Arauca apureño. Juan lo escuchó y se dio cuenta que él tenía la misma voz de sabana que Montoya jaló pa’tras el burro de las rancheras y se encaramó en eh potro del contrapunteo, la kirpa, el pajarillo, el gabán, el zumba que zumba, y los demás aires llaneros en los que él a pesar de su corta edad era ya un baquiano.

A los diecisiete años estaba por primera vez en una tarima a acompañado del arpista David Parales y tenía como rivales a El cazador novato y al Carrao de Palmarito y consecuencia lógica de lo que está amarrado eran para ellos los dos primeros lugares. Sin embargo mientras ellos cantaban coplas de cuatro versos Juan les respondía con estrofas de doce y hasta de dieciséis. Ocupó el tercer lugar pero todo el mundo se dio cuenta que él era el mejor coplero.
El pollo de Oro, el cantor sentimental, el araucano de oro, y muchas otras pancartas imaginarias le fueron colocando en la medida que mejoraba no su garganta sabanera que siempre fue la misma sino el mensaje de sus canciones llenas de metáforas arrancadas de la naturaleza con alegría, con humor, con realismo social y sobretodo con el difícil arte de ser sencillo. Sin embargo esa sencillez lo convirtió en juglar del canto llanero cuando interpretó De Arauca pa’ Saravena y La majada del diablo.

Con El baile del pavo, el bagre raya’o, el mandador, la peladera, la camisa conuquera y sobretodo la escoba, describiéndola de tal manera que lo único que le faltó fue hacer una con pelo de muerto para volar mejor. Nos muestra en su canción que la escoba es mas importante que usted y que yo, que Bush, Uribe, y Tatiana de los Ríos, porque no solamente se mete en todas las partes de la casa sino en todas las casas y en todos los países. Que en el polo norte deben barrer nieve y en el desierto arena, pero barren porque la casa mas bonita sin una escoba es un desastre universal. Además la escoba es multi-uso y se mete debajo de la cama, se sale para el patio, para correr una visita póngala patas arriba detrás de la puerta, le sirve de techo a un sapo y también como remedio para el caballo flaco.

Así son sus canciones pura filosofía doméstica de la camisa que le regaló el abuelo, ya no la lava, apenas la guachapea, pero con ella pelea, torea, trabaja y pasea. Y le canta al pavo cuando se espeluca, cuando mueve las caderas, las paletas y la nuca. Un baile que representan los niños de primaria en las clausuras así, disfrazados de pavo gritando la onomatopeya del: gúrugúru-gúrugúru y lo bailarán dentro de cincuenta años y será nuestro aporte folclórico a las generaciones venideras.

Toda una vida componiendo y cantando sin revolverle política es cosa dura..,! Así no más ganándose el corazón de los llaneros y de todos Los amantes de la música Llanera, a pura inteligencia y garganta. Hoy a los cuarenta y dos años de vida artística Juan Farfán se tiene más que merecido un homenaje.

La fundación Arawak e dirige Santiago Caropresse alista un homenaje y sus paisanos araucanos y sus colegas los cantantes llaneros se disponen a celebrarlo en el Teatro Municipal de Bogotá Jorge Eliécer Gaitán el 25 de Junio. Ya están distribuidos Los afiches.

Treinta cantores interpretarán cada uno de ellos tres canciones de las por lo menos trescientas que tiene grabadas El Araucano de Oro. Tendremos además la presentación del Joropo Desnudo un joropo empelota donde se presentará un bailarín llanero declarado fuera de concurso en un mundial de zapateo, y Lo acompañará una bailarina criolla que en cuestiones de joropo otra como ella no nace y si nace no se cría.

De:

Fuente : Llaneras .com
Archivo.

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